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CAPITULO SEIS

(Tomado del libro “Señor, ¿Qué debería hacer?”)

 

Por

Fred R. Coulter

www.iglesiadedioscristianaybiblica.org

 

Los Cristianos no deben tener compañerismo con

aquellos que se apartan de la doctrina de Jesucristo

 

¡El Nuevo Testamento claramente muestra que falsos apóstoles estaban obrando dentro de las iglesias de Dios mientras los verdaderos apóstoles de Jesucristo todavía estaban vivos! Habían muchos engañadores trayendo falsas enseñanzas inventadas por medio de manipulación engañosa de la Palabra de Dios. Estas enseñanzas que sonaban como si fuesen benditamente verdaderas eran cubiertas en la terminología de nuevo entendimiento o nueva luz, pero en realidad eran enseñanzas que se originaron en la oscuridad espiritual antigua de Satanás el diablo.

 

¡El mismo engaño está teniendo lugar dentro de las iglesias de Dios hoy! Los proveedores del engaño están bebiendo directamente de la copa dorada” de fornicación espiritual de la mano de esa antigua ramera, “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. Mientras estos engañadores beben el vino de falsas doctrinas, y proclaman las antiguas fábulas de Satanás como nueva luz, ellos están guiando a los hermanos de Jesucristo a oscuridad espiritual.

 

¡Dios nos ha llamado fuera de esa oscuridad! ¡No debemos volver a ella! El apóstol Pablo dijo que él fue llamado para predicar el verdadero Evangelio de Dios, ....Para abrir sus ojos, para que ellos puedan volver de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios.... (Hechos 26:18).

 

Jesucristo nos advirtió no participar de la oscuridad de Satanás al permitir que nuestras mentes sean corrompidas con falsas enseñanzas. Él sabe que creyendo las mentiras de Satanás nos robará nuestro entendimiento espiritual. Él advirtió, La luz del cuerpo es el ojo. Por tanto, si su ojo esta sano, su cuerpo entero estará lleno de luz. Pero si su ojo es malo, su cuerpo entero estará lleno de oscuridad. Por tanto, si la luz que esta en ustedes es oscuridad, ¡CUAN GRANDE ES ESTA OSCURIDAD!” (Mateo 6:22-23).

 

Muchos cristianos en tiempos del Nuevo Testamento fallaron en prestar  atención a las advertencias de Jesucristo y Sus apóstoles contra engañadores que traerían falsas doctrinas. En su epístola a los cristianos primitivos, el apóstol Judas advirtió de falsos hermanos que se habían arrastrado encubiertamente. Estos falsos maestros eran aquellos que volvieron la verdad del Evangelio de Jesucristo completamente en otro evangelio por sus doctrinas perversas. Estos engañadores hicieron su camino en posiciones de poder e influencia en las iglesias y luego sutilmente empezaron a pervertir los hermanos. Después de la muerte de los apóstoles, la corrupción de la iglesia apostólica de Dios fue tan repentina, tan completa y cabal que Jesse Lyman Hurlbut escribió en su libro La Historia de la Iglesia Cristiana de los vastos cambios en la iglesia, Nombramos la última generación del primer siglo, desde el 68 hasta 100 d.C., La era de Sombras...Por 50 años después de la vida de San Pablo, una cortina cuelga sobre la iglesia, a través de la cuál nos esmeramos vanamente en mirar; y cuando al fin se levanta alrededor del 120 d.C. con los escritos de los padres de la iglesia primitiva, encontramos una iglesia en muchos aspectos muy diferente de aquella en los días de San Pedro y San Pablo (pág. 42).

 

Las iglesias de Dios fueron vencidas por la oscuridad espiritual de falsas doctrinas. ¡Demasiados cristianos fueron engañados al aceptar las nuevas doctrinas que aquellos que se negaron fueron vistos como herejes! Aquellos cristianos que fueron fieles al verdadero Evangelio de Jesucristo fueron sacados de las iglesias locales (III Juan). Ellos dejaron las organizaciones de los hombres para amar y servir a Dios en la luz de Jesucristo.

 

Solamente la iglesia en Efeso fue capaz de resistir las enseñanzas engañosas de los falsos apóstoles. Jesús le dijo a los cristianos de Efeso, Conozco sus obras, y su trabajo, y su resistencia, y que no pueden soportar a aquellos que son malos; y que probaron a aquellos que se proclaman a si mismos ser apóstoles, pero no lo son, y los encontraron mentirosos.” (Apocalipsis 2:2).

 

¡Como los hermanos en Efeso, debemos probar y comprobar las enseñanzas de ministros y apóstoles que reclaman traernos la doctrina de Dios! Si fallamos en reconocer a los falsos apóstoles y sus enseñanzas, sucumbiremos a sus influencias malignas y seremos apoderados por la oscuridad espiritual. El apóstol Juan advirtió que no podemos tener compañerismo con Dios si estamos caminando en oscuridad espiritual. Y este es el mensaje que hemos oído de Él y estamos declarándoles; que Dios es luz, y no hay en absoluto oscuridad en Él. Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la oscuridad, estamos mintiéndonos a nosotros mismos, y no estamos practicando la Verdad.” (I Juan 1:5-6).

 

Solamente caminando en la luz de la Verdad podemos tener compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo. Aquellos que reclaman conocer a Dios pero no practican la Verdad se están solamente engañando a ellos mismos.

 

¿Por qué Dios permite el engaño y la apostasía?

 

Numerosos pasajes en el Nuevo Testamento describen el engaño insidioso que llevó a las iglesias primitivas de Dios a apostatar de la verdad. La apostasía es el resultado final de rechazar la luz de las verdaderas doctrinas de Jesucristo y abrazar las falsas doctrinas de oscuridad espiritual. Esta condición espiritual degenerada es permitida desarrollarse cuando una iglesia llega a ser espiritualmente floja y letárgica. Los cristianos que han perdido su amor por la Verdad y que fallan en probar todas las cosas” por la Palabra de Dios, pueden fácilmente ser engañados por las doctrinas falsas de Babilonia. Cuando estas falsas doctrinas son presentadas como nuevo entendimiento por los así llamados apóstoles y ministros de alto rango, la mayoría de los miembros de la iglesia las aceptan obedientemente como las doctrinas de Jesucristo. Esta obediencia leal a la autoridad de la iglesia es exigida en las iglesias donde el ministerio ejerce señorío sobre los hermanos. Sin darse cuenta, los hermanos han cambiado su amor a Dios y su fe y lealtad a Su Palabra, por una falsa fe en hombres corruptibles que prometen la salvación a todo el que acate sus enseñanzas y sea leal a su organización.

 

Tal lealtad y obediencia extraviada es en realidad idolatría. La reverencia servil exigida por ministros arrogantes en las iglesias organizadas corporativamente ha reemplazado el verdadero amor y adoración a Dios el Padre y a Jesucristo en Espíritu y Verdad. Estos líderes exaltados de iglesias se han puesto ellos mismos entre los hermanos y Dios y han engañado a ministros de menor rango y a hermanos acerca de confiar en las palabras y acciones de hombres, en vez de confiar en la Palabra de Dios y Su poder. Tal como las Escrituras proclaman, Teniendo una apariencia exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera piedad. Pero en cuanto a ustedes, aléjense de todos esos.” (II Timoteo 3:5).

 

El apóstol Pablo personalmente advirtió a los ancianos de Efeso que engañadores entrarían en la iglesia después que él se fuera. En una reunión especial con los ancianos en Mileto, Pablo también declaró que incluso algunos de ellos, quienes habían sido ordenados como ministros de Jesucristo, empezarían a pervertir a sus hermanos en la iglesia (Hechos 20:28-30).

 

Luego, cuando Pablo estuvo en prisión, escribió una carta para advertir a la iglesia entera en Efeso acerca de hombres engañosos que intentarían apartarlos. Él los exhortó, No dejen que nadie los engañe con vanas palabras; porque por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, NO SEAN COPARTICIPES CON ELLOS.” (Efesios 5:6-7).

 

Las palabras de Pablo muestran que estos hombres estaban trabajando dentro de la iglesia. Ellos incluso pueden haber sido altamente confiados por la congregación. Pero Pablo fue inspirado por Dios para advertir a los hermanos de no participar de los errores de estos engañadores. Aquellos que no prestaron atención a las advertencias de Pablo fueron alejados de Jesucristo y de Dios el Padre hacia la oscuridad de la apostasía.

 

¿Por qué permitió Dios que las iglesias del Nuevo Testamento cayeran en apostasía? ¿Por qué Dios no intervino para impedir que los falsos maestros y falsos apóstoles pervirtieran a los hermanos?

 

El apóstol Pablo da la respuesta en su primera epístola a los Corintios: Porque es necesario que herejías estén entre ustedes, para que aquellos que son aprobados puedan manifestarse entre ustedes.” (I Corintios 11:19).

 

Pablo nos dice muy claramente que Dios permite que falsas doctrinas se levanten dentro de Sus iglesias para probar quién está verdaderamente sirviéndolo. Los cristianos que están cimentados y construidos en la Palabra de Dios serán capaces de discernir a los falsos maestros y los rechazarán. Ningún engañador será capaz de seducirlos a rechazar la Verdad de Dios.

 

En su epístola a los Efesios, Pablo instó a los hermanos a crecer en el conocimiento de Jesucristo y no ceder a las doctrinas de falsos maestros. Para que no seamos mas niños, sacudidos y llevados con todo viento de doctrina por las artimañas de hombres… [sus palabras solapadas y doctrinas engañosas] en astucia, con vista a la sistematización del error (Efesios 4:14).

 

Esta traducción de las palabras de Pablo trasmite el significado literal del texto griego. Estos engañadores estaban siendo inspirados por Satanás a organizar sus falsas enseñanzas hacía doctrinas autoritarias incluso desde antes de la muerte de Pablo. Este cuerpo de creencias más tarde llegó a ser el credo oficial de la Iglesia Católica.

 

La manera para que los verdaderos cristianos eviten ser engañados por estas doctrinas falsas es estar “…manteniendo la verdad en amor, [para que] podamos crecer en todas las cosas en Quien es la Cabeza [de la Iglesia], Cristo” (Efesios 4:15).

 

Debemos refutar la herejía con sana doctrina

 

Pablo ordenó a Tito, un ministro compañero, a resistir las falsas doctrinas y a ¡refutarlas con sana doctrina! En su epístola a Tito, Pablo escribió que un verdadero ministro de Dios debe estar Sosteniéndose firmemente a la palabra fiel[la Verdad de Dios], de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo[tal como fueron enseñadas por el apóstol Pablo], para que pueda ser capaz de animar con sana doctrina y condenar a aquellos que contradicen. Porque hay muchos rebeldes y vanos habladores y engañadores, especialmente aquellos del partido de la circuncisión. Cuyas bocas deben ser calladas; quienes están corrompiendo familias enteras, enseñando cosas que no deberían, por amor de ganancia egoísta...Este testimonio es verdadero. Por esta razón debes reprenderlos severamente, para que puedan ser sanos en la fe; no prestando atención a mitos judíos[filosofía Judeo/Egipcia, tal como enseñaron Filo y otros filósofos, lo cual incluía una deidad trinitaria] y mandamientos de hombres, los cuales alejan de la verdad. Para los puros, todas las cosas son puras; pero para aquellos que son profanos[con falsas doctrinas] e incrédulos, nada es puro; sino que ambas, sus mentes y conciencias son profanas. Ellos personalmente profesan conocer a Dios, pero en sus obras Lo niegan, siendo abominables y desobedientes, y reprobados hacia toda buena obra[de crecimiento espiritual, Efesios 2: 8-10].” (Tito 1:9-16).

 

Los verdaderos ministros y hermanos fieles en las iglesias de Dios deben estar preparados para refutar las falsas doctrinas con sana doctrina de la Palabra de Dios. Los falsos maestros no serán capaces de pervertir aquellas iglesias de Dios donde los ministros y los hermanos los resisten. Estos engañadores buscarán que los sigan en otras congregaciones donde los hermanos no están tan bien arraigados en la Palabra de Dios.

 

En el primer siglo hubo falsos maestros con doctrinas anti-cristianas que dejaron las congregaciones fieles de Dios porque no pudieron pervertir a los hermanos. El apóstol Juan escribió, Pequeños hijos, es el ultimo tiempo; y exactamente como han oído que el anticristo viene, incluso ahora muchos anticristos se han levantado, por lo cual sabemos que es el ultimo tiempo. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros porque si fueran de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; sin embargo, se fueron para que pudieran ser expuestos y mostrar que todos ellos no eran de nosotros.” (I Juan 2:18-19).

 

Estos engañadores continuaron predicando sus falsas doctrinas en congregaciones donde los hermanos no los resistieron ni los refutaron. Cuando los maestros anticristo habían obtenido posiciones de poder y autoridad en estas iglesias, expulsaron a los verdaderos creyentes. Esta apostasía diabólica estaba bien en marcha durante la vida del apóstol Juan, quien fue inspirado por Dios a escribir, Yo escribí a la iglesia, pero Diótrefes, aquel que ama ser jefe entre ellos, no nos acepta. Por esta misma cosa, si vengo, lo llamaré a cuentas por las acciones que esta practicando con palabras malignas—reprendiéndonos maliciosamente; y no esta satisfecho con estas cosas, porque el mismo ni recibe a los hermanos, ni les permite a aquellos que desean recibirlos, sino que les prohíbe y los echa de la iglesia.” (III Juan 9-10).

 

¡Que paradoja! ¡Los falsos ministros de Satanás, reclamando ser ministros de justicia, ahora estaban ejerciendo control sobre las iglesias de Dios! ¡Los verdaderos hermanos de Jesucristo estaban siendo excomulgados por estos falsos apóstoles! ¡Los hermanos que eran fieles a las enseñanzas originales de Jesucristo y Sus apóstoles no pudieron tener mas compañerismo en sus congregaciones locales!

 

Dios permitió que esta apostasía ocurriera en Sus iglesias del primer siglo para  separar a aquellos que retenían Su Verdad de aquellos que seguirían las mentiras de Satanás. Aquellos hermanos fieles que se oponían a los engañadores y sus falsas doctrinas fueron expulsados forzadamente. Esta acción sirvió para separar a los verdaderos creyentes y guardar su fe de ser erosionada por las influencias sutiles de las falsas doctrinas.

 

Cuando falsas doctrinas empiezan entrar en las iglesias de Dios, es responsabilidad de todo cristiano que ama a Dios y Su Verdad, rechazar las falsas enseñanzas y refutarlas con la sana doctrina de Jesucristo. Pero cuando falsos maestros y falsos ministros ganan control sobre una iglesia de Dios y ellos no pueden ser expulsados, removidos o reemplazados con ministros y maestros justos, entonces somos ordenados por la Palabra de Dios a alejarnos de ellos.

 

En su primera epístola a Timoteo, Pablo muestra que los verdaderos cristianos deberían retirarse a si mismos de aquellos que no enseñan y practican la verdadera doctrina de Jesucristo. Pablo declaró, Si cualquiera enseña cualquier doctrina diferente, y no se adhiere a palabras sanas, aquellas de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es de acuerdo a la piedad[de acuerdo a la Verdad de Dios], el es un orgulloso y no sabe nada. Más bien, tiene una morbosa atracción a cuestiones y discusiones sobre palabras[argumentos desviados], de las cuales vienen envidias, argumentos, blasfemias, sospechas malignas[falsas suposiciones], vanos razonamientos… [argumentos desviados]… de hombres que han sido corrompidos[por filosofía y falsa teología] en sus mentes y están destituidos de la verdad[porque creen y aceptan mentiras, y manejan la Palabra de Dios engañosamente]hombres que creen que ganancia[grandes membresías, edificios, catedrales, colegios, poder político]es piedad. DE TALES RETÍRATE TU MISMO.” (I Timoteo 6:3-5).

 

¿Se ajusta esta descripción a la iglesia que usted asiste? ¿Tiene la iglesia que usted asiste ministros vanos, orgullosos y pretenciosos, quienes usan altos términos teológicos pero en realidad no entienden la Biblia? ¿Está su iglesia llena de preguntas y contiendas doctrinales que están resultando en intimidación y amenazas? ¿Está siendo mal guiado por falsas suposiciones y argumentos desviados de hombres de mente corrupta? ¿Tiene su iglesia maestros que están destituidos de la Verdad? ¿Mide su iglesia la posición espiritual con Dios por el número de miembros, edificios y colegios? ¿Están siendo predicadas y aceptadas por su iglesia falsas doctrinas como doctrinas oficiales de la fe? ¿Está siendo reemplazada la Verdad y el amor de Dios, las sanas palabras y doctrinas de nuestro Señor Jesucristo con las medio verdades y medio mentiras de Satanás?

 

Cuando cualquiera iglesia de Dios se hunde en este estado degenerado espiritual, ¡los verdaderos cristianos son ordenados por Dios a retirarse por si mismos! ¡Somos ordenados por Dios a rechazar todos los falsos maestros! ¡Se nos prohíbe por la Palabra de Dios a recibirlos! ¡No debemos ni escuchar sus falsas doctrinas ni tener compañerismo con ellos!

 

Sí, estos falsos ministros y falsos maestros tienen apariencia de piedad, y sus enseñanzas suenan como verdaderas. Pero, tal como Pablo escribió, ellos tienen una apariencia exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera piedad. Pero en cuanto a ustedes, ALÉJENSE DE TODOS ESOS” (II Timoteo 3:5).

 

Los verdaderos ministros de Dios no predican falsas medias verdades por doctrina. Pablo escribió, Porque no predicamos a nosotros mismos [nuestras propias ideas, basadas en filosofía o falsa teología], sino a Cristo Jesús el Señor, y nosotros mismos sus siervos por amor de Jesús. Porque es Dios Quien ordenó a la luz brillar fuera de la oscuridad, Quien brilló en nuestros corazones la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la cara de Jesucristo.” (II Corintios 4:5-6).

 

Pablo enseñó únicamente la Verdad de Dios y el verdadero Evangelio de Jesucristo. Él nunca se comprometió con medias-verdades o medias-mentiras. Él nunca fue corrompido por los falsos apóstoles y los falsos maestros de sus días. Por el contrario, ¡se les opuso con toda su fuerza! Pablo describe su confrontación con estos falsos maestros: ...por causa de falsos hermanos traídos en secreto, quienes entraron a escondidas para expiar nuestra libertad la cual tenemos en Cristo Jesús, para que ellos pudieran traernos a esclavitud; A quienes no cedimos en sujeción [a su así llamada autoridad], ni siquiera por una hora, para que la verdad del evangelio pudiera continuar con ustedes.” (Gálatas 2: 4-5).

 

Cada verdadero cristiano debería seguir el ejemplo de Pablo. No deberíamos ser intimidados por falsos maestros que intentan ejercitar autoridad sobre nosotros. No debemos someternos a estos falsos maestros, ¡sino oponernos a ellos con todo nuestro poder!

 

Si somos verdaderos cristianos, imitaremos a nuestro Señor y Maestro, Jesucristo, Quien rechazo comprometerse con Satanás y someterse a sus caminos malignos. Jesucristo se permitió a Si mismo ser crucificado porque Él amaba a Dios el Padre y Su justicia.

 

Esteban, el primer verdadero mártir cristiano, rechazó comprometerse durante su juicio por el Sanedrín judío. Después de escuchar su valiente testimonio, los furiosos líderes religiosos tapaban sus oídos y rechinaban sus dientes a él y le gritaban en un frenesí de odio satánico. Luego lo atacaron y lo arrastraron fuera de la ciudad, donde lo apedrearon hasta la muerte. ¿Cuál fue su crimen según ellos? ¡Él rechazó comprometer el Evangelio de Jesucristo y la Verdad de Dios sometiéndose a su autoridad y siguiendo sus enseñanzas! Él prefirió morir en Cristo Jesús en vez de comprometer y aceptar sus mentiras religiosas y aprobación política.

 

Todos los verdaderos apóstoles de Jesucristo se mantuvieron en la Verdad. Muchos de los apóstoles originales murieron a través de martirio. Ellos soportaron muertes tortuosas porque verdaderamente amaban a Dios con todo su corazón, toda su mente, todo su ser y toda sus fuerzas. Nunca comprometieron la Verdad de Dios para escapar de la persecución y ser capaces de gastar el resto de sus días en un tranquila comodidad.

 

¿Se mantendrá usted en Dios y en Su Verdad?

 

Durante un vil tiempo de apostasía y desintegración política en el reino de Israel, el Rey Asa empezó su reinado sobre el reino de Judá. Él demolió los ídolos en su tierra y ordenó al pueblo de Judá buscar a Dios y guardar Sus mandamientos. Por diez años, Dios bendijo a Asa y a su pueblo con descanso en todos los frentes. Cuando el pueblo de Judá tontamente se volvió a la idolatría, Dios mandó un ejército inmenso de Etiopía contra ellos. El rey Asa rogó a Dios por Su ayuda, y Judá fue victorioso contra el enemigo. Luego Dios le dijo al rey Asa a través del profeta Azarías, “ ‘Escúchame, Asa, y toda Judá y Benjamin. El Señor esta con ustedes mientras ustedes estén con El. Y si Lo buscan, El será encontrado por ustedes. Pero si Lo abandonan, El los abandonará… Pero ustedes sean fuertes y no dejen que sus manos estén débiles, porque su obra será recompensada.’ ” (II Crónicas 15:2,7).

 

Entonces Asa y los príncipes y el pueblo de Judá, se unieron con muchos del reino de Israel, Y entraron en un pacto para buscar al SEÑOR Dios de sus padres con todo su corazón y con toda su alma... porque habían jurado con todo su corazón y Lo buscaron con todo su deseo. Y Él fue encontrado por ellos... (Versículos 12,15).

 

Ellos quitaron sus ídolos abominables y dioses paganos. Volvieron a Dios y lo buscaron con todo su corazón. Dios les respondió y los bendijo, dándoles descanso de sus enemigos.

 

Pero treinta y seis años después, cuando el rey de Israel subió para sitiar a Judá, Asa volvió su espalda a Dios e hizo una alianza con el rey de Siria. En su problema, Asa falló en mirar a Dios, pensando que él mismo podía solucionar el problema a su manera. Al contratar al rey de Siria para pelear sus batallas, él comprometió su permanencia con Dios. En este caso, él fue muy lejos al rechazar a Dios y no se arrepintió. Entonces Hanani el vidente fue enviado por Dios para advertir a Asa y pronunciar el juicio de Dios contra él. Hanani le dijo a Asa, Porque has confiado en el rey de Siria y no has confiado en el SEÑOR tu Dios, por tanto el ejercito del rey de Siria ha escapado fuera de tu mano. ¿No fueron los etíopes y los libios un ejercito enorme [casi un millón de hombres] con muchos carruajes y jinetes? Aun así, porque confiaste en el SEÑOR, Él los entregó en tu mano, porque los ojos del SEÑOR corren de aquí para allá en toda la tierra entera para mostrarse a Si mismo fuerte a nombre de aquellos cuyo corazón es perfecto hacia Él. En esto has hecho tontamente; por tanto, de ahora en adelante tendrás guerras.’ ” (II Crónicas 16:7-9).

 

Demasiados cristianos son como Asa. Ellos empiezan con gran celo por la Verdad de Dios y Lo buscan por fortaleza para hacer Su voluntad. Pero después de un poco se vuelven flojos y empiezan a comprometerse. Cuando las cosas se ponen difíciles, se olvidan de Dios y se vuelven a sus propios asuntos. Ponen su confianza en los hombres, en vez de Dios. Aceptan falsas enseñanzas y creencias paganas en vez de retener la Verdad. Esta disposición para comprometerse es la razón para los cambios doctrinales en las iglesias de Dios hoy. Los ministros y miembros no se apoyan en Dios el Padre y Jesucristo. Como resultado, ¡demasiados son temerosos de tomar una posición por la Verdad y por Dios!

 

Pero Dios ve nuestras acciones y conoce nuestros corazones. Dios espera que nos paremos por la Verdad. Si lo hacemos, Dios estará con nosotros. Él nunca nos dejará o abandonara mientras Lo estemos buscando. El salmista preguntó, ¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién se parará por mí contra los trabajadores de iniquidad?(Salmo 94:16).

 

Dios está haciéndole la misma pregunta hoy. ¿Se parará usted por Dios? ¿Se va contra los trabajadores de maldad que están operando dentro de las iglesias de Dios? ¿Tendrá coraje de pararse sólo, si es necesario? ¿O, como Asa, volverá la espalda a Dios y se apoyará en los hombres, poniendo su confianza en sus falsas doctrinas y palabras suaves? ¿Qué hará usted? ¿Se parará por Dios, o caerá con pecadores?

 

Desde el tiempo de la iglesia primitiva del Nuevo Testamento, los cristianos han tenido que enfrentar esta pregunta. A través de los siglos, incontables miles de verdaderos cristianos fueron martirizados porque se rehusaron a comprometer la Verdad de Dios. Ellos rehusaron negar a Dios el Padre y a Jesucristo. Fueron torturados y asesinados porque rehusaron creer la doctrina de la Trinidad y todas las doctrinas abominables de la Iglesia Católica. Fueron quemados, mutilados y asesinados por rehusarse someterse a la tiranía de los papas y el señorío de los obispos y sacerdotes.

 

En vista de su fidelidad, ¿cree usted que Dios va a darle vida eterna si usted compromete su llamado, Su Verdad y el sacrificio de Jesucristo? ¡No se engañe a si mismo! No piense ni por un momento que escondiendo sus ojos del conflicto puede evitar tomar una decisión. Si usted se somete pasivamente a las doctrinas que son contraria a las enseñanzas de Jesucristo, usted ya ha hecho su decisión.¡Usted está comprometiendo la Verdad de Dios!

 

Los cristianos que comprometen la Verdad tarde o temprano serán vencidos por falsas doctrinas. Si usted no se despierta así mismo de la apatía espiritual, puede tener que enfrentas a Jesucristo y oírle decir, …no los conozco’ ” (Mateo 25:12).

 

La Palabra de Dios claramente ordena a los verdaderos cristianos retirarse del compañerismo con  aquellos que corromperían sus creencias y erosionarían su fe. Los hermanos fieles que continúan teniendo compañerismo en la esperanza de preservar la Verdad eventualmente, o caerán presa del engaño o serán expulsados de la iglesia. Aquéllos que caminan en la luz de la Palabra de Dios no pueden tener compañerismo con los trabajadores de oscuridad y engaño.

 

¡Somos ordenados a separarnos nosotros mismos de ellos! No debemos tener compañerismo con ellos, o seremos partícipes de sus pecados. Somos ordenados por Dios a retirarnos de tener compañerismo con cualquier iglesia que enseñe contrario a la verdadera doctrina de Jesucristo.

 

Después de haberse retirado de una iglesia de Dios corrupta, un verdadero cristiano dijo, “¡Es mejor vivir la Verdad sólo, que vivir una mentira en grupo!Eso es una verdad y una declaración profunda. ¿Qué hará usted? ¿Escogerá ser fiel a la Verdad de Dios y amar a Dios el Padre y a Jesucristo más que cualquier otra persona o cosa, incluso si usted debe permanecer sólo?

 

 
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