Restaurando el
Cristianismo original—¡para hoy!
Iglesia
de Dios Cristiana y Bíblica
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Fred
R. Coulter
Ministro
Agosto 12, 2015
Queridos hermanos,
A causa de las Fiestas y Días Santos por venir, esta
carta es para Agosto y Septiembre.
El 26 de Junio del 2015, la Corte Suprema de
los Estados Unidos emitió el juicio perverso e impío, por un voto 5-4, que el
“matrimonio” del mismo sexo era legal. Mientras millones de personas impías se
regocijaron con esta decisión, otros millones estaban aturdidos con
incredulidad. Desconcertados, preguntaban: “¿Cómo pudieron hacer eso? ¡Es en
contra de Dios y la historia!”
En desafío contra Dios, la mayoría de 5
jueces no escucharían a los 4 jueces que se opusieron a su decisión—ni prestarían
atención a la voluntad de incontables políticos o la ¡mayoría de la población
de USA! Muchos quienes tienen algún conocimiento de la Biblia entienden que
este vil decreto traerá el juicio duro de Dios sobre la nación. Incluso algunos
de los abogados involucrados en el caso advirtieron a la Corte que una decisión
afirmativa traería la ¡ira de Dios!
La decisión del “matrimonio” del mismo sexo
es en realidad el resultado de la ilegalidad y el pecado en la nación hoy en día.
Dios llama a la homosexualidad una “abominación” (Levítico 18:22), lo cual es
un pecado grave. La Biblia también marca este pecado “sodomía”—tras la infame
ciudad de Sodoma, la cual Dios destruyó con fuego y azufre. Judas registra que
los malvados hoy en día son “como Sodoma y Gomorra—y
las ciudades rodeándolas, [Adma y Zeboim (Deuteronomio 29:23)] en la misma manera como ellas—habiéndose dado así mismas
a libertinajes sexuales, y habiendo ido tras carne diferente, están ellas
mismas exhibidas como un ejemplo perpetuo de sufrir el castigo
del fuego eterno” (Judas 7). Los continuos efectos dañosos de esta
horrenda decisión se multiplicarán indudablemente muchas veces, resultando en
la re-creación de “Sodoma y Gomorra” a una escala nunca vista en la historia
humana.
Las abominaciones más grandes que
comenzaron hace 50 años: El 22 de enero de 1973, en el caso Roe v.
Wade, la Corte Suprema hizo el mandato 7-2 legalizando el aborto. Aquí está
un resumen de la decisión final: “La Corte mantuvo que el derecho de una mujer
a un aborto caía dentro del derecho a la privacidad (reconocido en Griswald
v. Connecticut) protegido por la catorceava enmienda. La decisión (Roe
v. Wade) dio a la mujer total autoridad sobre el embarazo durante el primer
trimestre y definió diferentes niveles de intereses del estado para el segundo
y tercer trimestre. Como resultado, 46 estados fueron afectados por el mandato
de la Corte” (ROE v. WADE. El proyecto Oyez en IIT, Chicago-Fent College of
Law, Agosto 7 del 2015).
Poco comprendieron los miembros de la Corte
Suprema que su decisión estaba en violación directa de la Ley de Dios. Ni
consideraron que las consecuencias a largo plazo de sus acciones llevarían a
una sociedad llena de sexo promiscuo y violencia a una escala penetrante.
El mandamiento de Dios “No cometerán
adulterio” es la ley fundamental concerniente a todas las trasgresiones
sexuales, las cuales son claramente definidas en Levítico 18-20. En Levítico 19,
Dios dio un mandamiento especifico que la Corte nunca consideró: “No prostituirán a su hija para hacerla ser una ramera, no
sea que la tierra caiga en prostitución, y la tierra llegue a estar llena de maldad” (verse 29). Como es evidente hoy en día, la
advertencia de Dios ha sucedido en verdad.
Como nación, comenzamos a violar sistemáticamente este
mandamiento hace más de 50 años—cerca de 8 años antes de Roe v. Wade. Alrededor
de 1963, la educación sexual comenzó a ser enseñada en los sistemas de colegios
públicos. Hoy, como resultado, 50 a 60% de los adolescentes y hombres y mujeres
jóvenes se enganchan en actividad sexual sin considerar el matrimonio. Cuando
los efectos de los medios, la industria del entretenimiento, el alcohol y las
drogas son agregados, no es sorpresa que la inmoralidad sexual es el sello de
la sociedad de hoy.
La forma de vida de “sexo donde sea, cuando
sea, con quien sea, a cualquier edad” ha resultado en el quebrantamiento de los
mandamientos de Dios en contra del adulterio y el prostituir a nuestras hijas y
hacer a nuestros hijos fornicarios. En verdad, la tierra ha sido llena de adicción
al sexo y drogas, maldad, depravación y crimen. Consecuentemente, la familia
tradicional—de padre y madre, como Dios la creó originalmente—ha sido
destruida, resultando en la abrumadora carga de millones de madres solteras e
hijos sin padre.
Hoy, estamos enfrentando condiciones
similares de pecado rampante y violencia como fue prevaleciente durante el
tiempo del profeta Ezequiel, justo antes de la destrucción de Jerusalén. “Y me dijo, “¿Has visto, Oh hijo de hombre? ¿Es cosa ligera
para la casa de Judá [aplica a nosotros hoy en día] hacer las cosas odiosas que hacen aquí? Porque han llenado
la tierra con violencia y se han vuelto para provocarme a ira aún más.… Por lo tanto
también trataré con ellos con furia; Mi ojo no escatimará, ni tendré
lastima. Y aunque ellos griten a Mis oídos con una alta voz, no los
oiré”” (Ezequiel 8:17-18).
Aun si el pueblo no se arrepiente, Dios todavía
ordena a Sus siervos a “¡Gritar duro y no escatimar!” Esto es lo que Dios le
dijo a Isaías: “Grita duro, no escatimes, levanta
tu voz como cuerno de carnero y muéstrale a Mi pueblo su transgresión, y
a la casa de Jacob sus pecados. Aun así ellos Me buscan diariamente, y parecen ansiosos de
conocer Mis caminos, como una nación que hizo justicia, y una que no olvidó el
mandamiento de su Dios. Ellos piden de Mí el mandamiento de justicia; parecen
ansiosos de acercarse a Dios” (Isaías 58:1-2).
Pero no se acercan a Dios en humildad,
verdad y sinceridad. Más bien, vienen delante de Él como el pagano venía
delante de sus ¡dioses falsos! Por tanto, Dios se burla de ellos por su pretensión
y graves pecados: “Pero acérquense aquí, ustedes hijos
de los hechiceros, ustedes semilla del adultero y la ramera. ¿Contra quién
están haciendo deporte? ¿Contra quién hacen un boca amplia y sacan la
lengua? ¿No son ustedes hijos de transgresión, una semilla mentirosa, estando
inflamados con ídolos bajo todo árbol verde, matando a los niños
pequeños en los valles bajo las hendiduras de las rocas?” (Isaías
57:3-5).
Las más grandes abominaciones del
aborto y la venta de partes de cuerpo fetal: Un gran holocausto de
proporciones épicas ha sido expuesto recientemente por algunos investigadores
de mucho coraje quienes han arriesgado sus vidas para descubrir la horrible
verdad acerca de la industria del aborto. Durante los pasados 3 años, el Centro
para el progreso medico ha estado realizando investigaciones secretas de
los procedimientos de aborto de Planned Parenthood y la recolección
y venta de partes de bebes para la investigación científica. Aunque hay
leyes federales en contra de esas prácticas—por no hablar de las leyes del Dios
creador—investigadores han encontrado que eso es exactamente lo que está siendo
hecho.
Esta no es una práctica reciente—esto ¡ha
estado pasando por décadas!
El
Centro para el progreso medico ha grabado cientos de horas de video en
su investigación secreta de 3 años. Tan solo 15 días después de la decisión de
la Corte Suprema de legalizar el “matrimonio” del mismo sexo, el primer grupo
de estos videos fue liberado y presentado en FOX News. Las organizaciones mayores
de noticias en la TV—ABC, NBC, CBS y PBN—no los mostraron, lo cual claramente
nos dice que estas organizaciones están completamente corruptas y no reportan
las noticias que no sean “políticamente correctas.”
Estoy seguro que muchos de ustedes han visto
fragmentos de estos videos investigativos. Han visto las actitudes encallecidas,
de corazón duro e inhumanas de estas mujeres ejecutivas mientras ellas discutían
abiertamente el obtener partes específicas de cuerpos de infantes abortados—incluso
los cuerpos completos de infantes abortados al final del termino—¡HORRIBLEMENTE
ASESINADOS POR GANANCIA! Si usted no ha escuchado de esto, puede escribirnos,
enviarnos un correo o llamar a la oficina y podemos enviarle un DVD con 3 horas
completas de estos videos investigativos.
Estos videos revelan las consecuencias de 42
años de abortos a demanda y expone las “más grandes abominaciones” de
esta nación. No puede haber nada más satánico y demoniaco que esta horrible
practica de deseosamente asesinar al no nacido y vender las partes de sus
cuerpos. ¿Cómo puede ser el derecho legal de una mujer asesinar al niño
no nacido en su vientre? Esto es exactamente como escribe Pablo: “Ahora el Espíritu nos dice explícitamente que en los
últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, [rechazar a Dios
totalmente], y
seguirán espíritus engañadores y doctrinas de demonios; [no puede haber
nada más satánico y demoniaco que asesinar al no nacido]; hablando mentiras en hipocresía, [con] sus conciencias habiendo sido cauterizadas con un hierro
caliente; [como se muestra cuando claman que las partes de cuerpo de
infantes abortados son para el “noble propósito” de la investigación científica”
(I Timoteo 4:1-2).
La condena de Dios aplica a toda mujer y
hombre involucrado en el asesinato de no nacidos. Más importantemente, Él
mantiene a los líderes religiosos, civiles y líderes médicos de la nación
responsables por la sangre de casi ¡60 millones de abortos desde enero 1973!
El asesinato desenfrenado de no nacidos en
USA ha sido peor de lo que Israel y Judá hicieron hace miles de años. En
los días de Isaías, Jeremías y Ezequiel, los israelitas no abortaban los
no nacidos para simplemente deshacerse de los niños no deseados; en vez, ellos tenían
“ofrendas” de recién nacidos a Baal y Moloc—ambos dioses paganos del sol. Esto
fue una de las razones principales porque Dios destruyó a Jerusalén y entregó
al pueblo de Judá en las manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien los llevó
al exilio.
La cruda advertencia de Jeremías de
horrendas consecuencias: Dios instruyó a Jeremías a advertir a
los sacerdotes y líderes de Jerusalén por el asesinato y ofrendas de infantes y
niños jóvenes para ser quemados en el fuego a Baal:
“Así dice el SEÑOR, “Ve y consigue una jarra de barro del
alfarero, y reúne a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos
de los sacerdotes. Y sal al valle del hijo de Hinom por la entrada de la Puerta
Tiesto. Y allí declara las palabras que te diré. Y di, ‘Escuchen la Palabra del SEÑOR, Oh reyes de Judá, y
pueblo de Jerusalén. Así dice el SEÑOR de ejércitos, el Dios de Israel, “He
aquí, traeré mal sobre este lugar, el cual causará los oídos de aquel que oiga
zumbar. Porque
Me han abandonado, y han profanado este lugar y han quemado incienso en el a
otros dioses a quienes ni ellos ni sus padres han conocido, ni los reyes de
Judá, y han llenado este lugar con la sangre de inocentes [los infantes
sacrificados a Baal]. También han construido
los lugares altos de Baal para quemar a sus hijos con fuego por ofrenda
quemada a Baal, lo cual nunca ordené ni hablé, ni llegó eso a Mi mente.”
“Por tanto, he aquí, los días vienen,” dice el SEÑOR, “que este lugar no será más llamado Tofet, ni el valle del hijo
de Hinom, sino, El Valle de la Matanza. Y haré el consejo de Judá y Jerusalén
llegar a nada en este lugar, y les causaré caer por la espada delante de sus
enemigos, y por las manos de aquellos quienes buscan sus vidas. Y daré sus
cuerpos muertos para ser comida para las aves de los cielos, y para las bestias
de la tierra.
“Y haré esta ciudad [Jerusalén]
un desperdicio y un silbido.
Todo el que pase estará asombrado y silbará a causa de todas sus plagas. Y
les haré comer la carne de sus propios hijos y la carne de sus propias
hijas, y comerán cada uno la carne de su amigo en la siega y angustia, con
la cual sus enemigos y aquellos quienes buscan sus vidas los afligirán.” ’
“Luego quebrarás la jarra delante de los ojos de los hombres quienes
van contigo, Y les dirás, ‘Así dice el SEÑOR de ejércitos,
“Aun así quebraré este pueblo y esta ciudad, como quien quiebra una
vasija del alfarero que no puede ser restaurada de nuevo. Y los enterrarán en
Tofet hasta que no haya lugar para enterrar. Yo haré esto a este lugar,” dice
el SEÑOR, “y a su pueblo, y haré esta ciudad como
Tofet. Y las casas de Jerusalén, y las casas de los reyes de Judá, serán tan
profanadas como el lugar de Tofet a causa de todas las casas en cuyos techos
han quemado incienso a todo el ejercito [dioses
falsos] de los cielos, y han
derramado ofrendas de bebida a otros dioses.” ’ ”
“Entonces Jeremías vino de Tofet, donde el SEÑOR lo había enviado a profetizar. Y se paró en la
corte de la casa del SEÑOR, y
dijo a todo el pueblo, “Así
dice el SEÑOR de ejércitos, el
Dios de Israel, ‘He aquí,
traeré sobre esta ciudad y sobre todos sus pueblos todo el mal que He hablado
en contra de ella porque han endurecido sus cuellos de modo que no pudieran oír
Mis palabras’ ”” (Jeremías 19:1-15).
Como descendientes modernos del antiguo Israel,
las olas de los juicios correctivos de Dios están llegando sobre esta nación—precisamente
a causa de estos horrendos pecados. Y continuarán llegando—como las olas del océano,
estrellándose en la playa justo antes que un huracán golpee con fuerza poderosa.
Para estar seguros, nuestras maldades abominables se han elevado delante del
rostro de Dios. Esta nación fue fundada sobre Dios y la Biblia. Pero hoy,
aunque profesan ser cristianos, la mayoría de los americanos han dado su
espalda a Dios, como lo hizo el antiguo Israel y Judá.
Nuestros pecados acumulados han llegado a
ser ahora abominaciones depravadas, justo como en los días de Ezequiel: “Y Él [Dios] me dijo, “Hijo
de hombre, ¿ves lo que ellos hacen; incluso las grandes abominaciones las
cuales la casa de Israel está haciendo aquí, para que me vaya lejos de Mi
santuario? Pero voltea otra vez, y verás abominaciones más
grandes.”… Y Él me dijo, “Hijo de hombre,
¿has visto lo que los ancianos de la casa de Israel hacen en lo oscuro, cada
hombre en su cuarto de ídolos? [Todos los políticos líderes y sus organizaciones.]
Porque ellos están diciendo, ‘El SEÑOR no nos ve,
el SEÑOR ha abandonado la tierra’ ” (Ezequiel 8:6, 12).
Ahora que USA ha estado confrontada gráficamente
con pruebas de estas prácticas abominables—el asesinato sin sentido de los no
nacidos y la venta de las partes de sus cuerpos—la pregunta es, ¿Qué haremos?
Podemos estar agradecidos con todas las
organizaciones pro-vida que han estado intentando incansablemente reversar el holocausto
del aborto. Podemos dar gracias a Dios por usar el Centro para el progreso médico
para exponer valientemente el genocidio de millones de bebes inocentes no
nacidos por parte de Planned Parenthood.
¿Prohibirá ahora USA el aborto? ¿Se pararán
suficientes personas por Dios y los no nacidos para retener la mano de juicio
de Dios? ¡Solo el tiempo lo dirá!
Hombre y mujer: La creación especial de Dios
En Génesis 1, Dios registra la creación
especial del hombre y la mujer: “Y Dios dijo, “Hagamos
al hombre a Nuestra imagen, según Nuestra semejanza; y tengan dominio sobre
los peces del mar y sobre las aves del cielo y sobre el ganado y sobre toda la
tierra y sobre toda cosa rastrera que se arrastra sobre la tierra.” Y Dios
creó al hombre a Su propia imagen, a la imagen de Dios Él lo creó. Él
los creó hombre y mujer. Y Dios los
bendijo. Y Dios les dijo, “Sean fructíferos y multiplíquense, y llenen la
tierra, y domínenla; y tengan dominio sobre los peces del mar y sobre las aves
del cielo y sobre cada cosa viva que se mueve sobre la tierra”” (Génesis
1:26-28).
Dios personalmente creó y formó a Adán con
sus propias manos: “Entonces el SEÑOR Dios formó al
hombre del polvo de la tierra, y respiró en sus fosas nasales el aliento
de vida; y el hombre se convirtió en un ser viviente. Y el SEÑOR Dios
plantó un jardín hacia el oriente en Edén; y allí puso al hombre a quien Él
había formado. Y de la tierra el SEÑOR Dios hizo crecer todo árbol que es
agradable a la vista y bueno para comida. El árbol de vida también estaba en la
mitad del jardín, y el árbol del conocimiento de bien y mal” (Génesis
2:7-9).
Después de ubicar a Adán en el jardín, Él le
ordenó cuidarlo y guardarlo. Él también debía mantenerlo, como lo
implica la palabra “guardar.” Luego Dios creó a Eva y ella llegó a ser su
esposa: “Y el SEÑOR Dios dijo, “No es bueno que
el hombre esté solo. Haré un ayudante compatible para él.”… Y el SEÑOR Dios hizo caer un profundo sueño sobre Adán, y él
durmió. Y Él tomó una de sus costillas, y después cerró la carne por
debajo. Luego el SEÑOR Dios hizo de la
costilla (la cual había sacado del hombre) una mujer, y la trajo al hombre.
“Y Adán dijo, “Esta
es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne. Será llamada Varona
porque fue sacada del Varón.” Por esta razón un hombre dejará a su padre
y a su madre, y se unirá a su esposa—y llegarán a ser una carne.
Y ambos estaban desnudos, el hombre y su esposa, y no estaban avergonzados”
(Génesis 2:18, 21-25).
Aunque Adán y Eva pecaron contra Dios al
comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, y fueron así removidos del
jardín, Dios continuó trabajando con ellos y sus descendientes. Él prometió un
redentor por venir, Jesucristo (Génesis 3:15), para hacer expiación por sus
pecados y los pecados de sus descendientes. Así, Dios aun ejecutaría Su plan y propósito
para la humanidad. (Para un estudio detallado sobre el Plan Maestro de Dios,
pida nuestro libro, El plan de Dios para la humanidad revelado por Su Sábado
y los Días Santos. Nota: el libro está disponible solamente en inglés.)
Cerca de 3,000 años después, el Rey David,
un hombre según el corazón de Dios, alababa a Dios por Su creación de la
humanidad, revelando que Dios hizo a los seres humanos un poco menor que
Dios Mismo. “¡Oh SEÑOR nuestro Señor, cuan excelente es Tu nombre en toda la
tierra! ¡Has colocado Tu gloria sobre los cielos!... Cuando considero Tus cielos, el trabajo de
Tus dedos, la luna y las estrellas las cuales has dispuesto, [estoy
impulsado a preguntar,] ¿Qué es el hombre que estás
atento de él, y el hijo de hombre que cuidas de él? Porque lo has hecho un
poco menor que Dios y lo has coronado con gloria y honor. Lo hiciste tener dominio sobre las obras de Tus manos;…
” (Salmo 8:1, 3-6).
¿Qué les dio Dios a todos los seres humanos
que los coloca aparte del resto de la creación? La Biblia revela que
Dios ha dado a cada persona, en la concepción, el “espíritu de hombre.” De
hecho, es este “espíritu humano” el que facilita la concepción de una
nueva ¡vida humana! La ciencia moderna verifica que la vida humana comienza
en la concepción. Como veremos, esto requiere tres componentes para
crear cada nuevo ser humano: Primero, el esperma del padre; segundo, el ovulo
de la madre; y tercero, el espíritu del hombre dado por Dios. Es el “espíritu
del hombre” dado por Dios es el que da vida, porque “el
cuerpo sin el espíritu está muerto” (Santiago 2:26).
El Espíritu del hombre
Dios se compone de espíritu (Juan
4:24). Y de Dios viene el Espíritu Santo, el cual es el poder de Dios a
través del cual Él hace todas las cosas. La Biblia también revela que Dios ha
dado a cada persona una esencia espiritual separada e invisible o
substancia llamada el “espíritu de hombre” (o el “espíritu en el hombre”).
Dios da este espíritu especial en la concepción. Su propósito es habilitar a
los humanos a tener pensamientos y conciencia. “Pero hay un espíritu en el hombre y la inspiración
del Altísimo les da entendimiento” (Job 32:8). Pablo nota su función única:
“Porque ¿Quién entre los hombres
entiende las cosas del hombre excepto por el espíritu del hombre el
cual está en él?” (I Corintios 2:11.)
El espíritu de hombre, aunque
invisible, está unido con el cerebro humano. No es un ser
espiritual separado, tal como un angel o demonio. En vez, es una esencia
espiritual o substancia que Dios coloca en cada humano. Este imparte
el poder de vida, pensamiento, intelecto y otras características divinas Este
espíritu humano hace al hombre diferente de cualquier otra criatura que Dios ha
creado. El profeta Isaías escribe que Dios “creó los
cielos y los estiró, extendiendo la tierra y su fruto.” Continuando,
Dios “da aliento [vida] a la gente sobre ella [la tierra] y [da]
espíritu [hebreo,
ruach] a aquellos quienes caminan en ella”
(Isaías 42:5). Dios ubica esta esencia espiritual dentro de cada ser humano: “Así dice el SEÑOR, Quien extiende los cielos, y coloca el
fundamento de la tierra, y forma el espíritu [ruach] del hombre dentro de él” (Zacarías 12:1).
Este espíritu del hombre habilita a
los seres humanos a poseer numerosos atributos divinos. En verdad, esta es la dimensión
espiritual única que nos hace “un poco más bajos que Dios.” Sin embargo, el
“espíritu del hombre” es diferente de lo que la Biblia llama el “alma.”
La palabra “alma” es traducida del hebreo nephesh,
que significa vida física, sea humana o animal. En muchos pasajes nephesh
es traducida “criatura” o “vida” (Génesis 1:20-21, 24, 30; 2:19; 9:4-5, 10, 12,
15-16; etc.). Cuando se traduce “alma,” se refiere a la vida física y
fortaleza de un ser humano (Génesis 2:7; Éxodo 1:5; Levítico 23:27; Deuteronomio
4:29; Josué 11:11; etc.).
En vez de estar separado del cuerpo físico,
el alma está inextricablemente fusionada con el cuerpo. Cuando Dios creó a Adán
del polvo de la tierra, Adán no recibió un alma, él “llegó a ser un
alma viviente” (nephesh). El “alma” es lo que una persona es físicamente—no
algo que “tiene.” El “alma” permite las funciones físicas del cuerpo—la sangre,
la linfa y el sistema nervioso de cada persona. En verdad, el “alma” puede morir
(Ezequiel 13:18-19; 18:4, 20). Casi todos los animales vivos son
referidos como “almas” porque tienen vida física. La Biblia nos dice que sus
“almas” mueren también (Apocalipsis 16:3).
Pablo escribe que hay tres aspectos de la
vida humana: “Entonces pueda el Dios de paz mismo
santificarlos enteramente; y pueda todo su espíritu [humano] y alma [vida] y cuerpo
[físico] ser preservado inocente hasta la
venida de nuestro Señor Jesucristo” (I Tesalonicenses 5:23)
A diferencia del alma, la cual termina
con la muerte del cuerpo, el “espíritu en el hombre” regresa a Dios cuando
una persona muere (Eclesiastés 12:7). Importantemente, el “espíritu del hombre”
contiene un registro completo de los pensamientos, memorias y carácter
de la persona a quien perteneció. En la muerte de una persona, Dios preserva
este espíritu humano—para usarlo nuevamente en la resurrección para restaurar
plenamente la persona con un nuevo cuerpo y mente.
Refiriéndose a aquellos quienes estarán en
la primera resurrección para vida eterna, Pablo habla de los “espíritus de los justos que han sido
perfeccionados” (Hebreos 12:23). En
verdad, es el “espíritu del hombre” completo el cual Dios usará para resucitar
a aquellos quienes estarán en la primera resurrección.
El Espíritu del hombre en la procreación humana
La Biblia afirma que incluso aquellos de
tiempos antiguos tenían cierto conocimiento del espíritu del hombre—el
espíritu que Dios da a cada nueva vida humana en la concepción. Ellos entendían
que era este espíritu que en realidad provocaba la creación de la vida
en el vientre. Cuando hablaba al patriarca Job, el joven Eliú dijo, “El Espíritu de
Dios me ha hecho, y el aliento del Altísimo me da vida” (Job 33:4). Eliú se estaba refiriendo al hecho que era Dios Quien lo
hizo o formó en el vientre de su madre por Su Espíritu (Zacarías 12:1). El profeta
Isaías se refiere a Dios como el Único “Quien creó los
cielos y los estiró, extendiendo la tierra”—Quien “da aliento a la gente sobre ella y espíritu a aquellos
quienes caminan en ella” (Isaías 42:5).
Sin duda, es el espíritu del hombre el
que imparte atributos divinos a los humanos. Este hace posible para nosotros pensar
y razonar. Pablo escribe, “Porque
¿Quién entre los hombres entiende las cosas del hombre excepto por el
espíritu del hombre el cual está en él?” (I Corintios
2:11). Esto confirma la declaración de Eliú, “Pero hay
un espíritu en el hombre y la inspiración del Altísimo les da
entendimiento” (Job 32:8).
El Rey David alabó a Dios por el
conocimiento de que Él es el Único Quien crea vida en el vientre.
Él entendió que la procreación ocurre de acuerdo a un orden o patrón
establecido: “Te alabaré, porque soy creado
maravillosa y asombrosamente; Tus obras son maravillosas y mi alma lo sabe
muy bien. No Te fue escondida mi sustancia cuando fui hecho en
secreto e intrincadamente formado en lo más profundo de la tierra [simbólico
del vientre]. Tus ojos
vieron mi sustancia, incluso siendo sin forma; y en Tu libro fueron escritos
todos mis miembros, los cuales a continuación fueron formados, cuando aún no
había ninguno de ellos” (Salmo 139:14-16).
Hoy, el nombre científico para una vida recién
concebida, pero aun no formada, es aun “substancia.” Los “miembros” escritos en
el “libro” de Dios de la procreación son ahora llamados “genoma humano.” Por el
poder del Espíritu de Dios obrando a través del espíritu del hombre, todos
los “miembros” o partes de un infante recién concebido son modelados a través
de sus 9 meses en el vientre. El bebé creciendo es la expresión genética
combinada de su padre y madre. Más aun, cada ser humano ultimadamente ha
descendido de los genes originales que Dios creó en Adán y Eva. Así,
David proclamó a Dios, “Tus manos me han hecho y me
formaron” (Salmo 119:73).
Esta declaración es verdadera porque Dios creó
los genes y cromosomas originales en Adán y Eva—conteniendo dentro de
ellos una variedad casi infinita de características humanas—de las cuales toda
la humanidad sería producida a través de la procreación. Así, todos los seres
humanos a través del tiempo han sido formados por Dios.
Dios explicó esto al profeta Jeremías: “Y sucedió, la Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo, “Antes
que Yo te formara en el vientre Yo te conocía; [esto significa que Dios conoció a Jeremías en el instante
de su concepción] y antes que salieras del vientre Yo te consagré, y te
ordené un profeta a las naciones”” (Jeremías
1:4-5).
En verdad, cada individuo es único; cada
bebé recién engendrado es una creación especial, siendo “hecha y formada”
por Dios. En la procreación humana, es el padre quien engendra la nueva vida
humana en el vientre de la madre. Este engendramiento tiene lugar cuando un
esperma del padre penetra el ovulo de la madre y ocurre la concepción. Es en
este preciso instante que Dios da el espíritu del hombre y un nuevo ser
humano es concebido. Jesús dijo, “Es el Espíritu el
que da vida” (Juan 6:63).
Infundido con el poder del espíritu del
hombre, el material genético combinado del padre y la madre del infante recién
concebido empieza a desarrollar inmediatamente. Sin el espíritu del hombre
no puede haber vida humana. Dado que el espíritu del hombre es
invisible, la ciencia permanece ignorante de este poder único de Dios
que en realidad facilita la creación de la vida humana en el vientre y que
sostiene la vida hasta la muerte—“ como el cuerpo sin el
espíritu está muerto” (Santiago 2:26).
En la concepción un milagro tiene
lugar: El Dios Creador es el científico más grande de todos. Y los
hombres pueden saber la realidad del Dios Creador por lo que Él ha creado. Pablo
escribe: “Porque eso que puede ser conocido de Dios es
manifiesto entre ellos, porque Dios se los ha manifestado; porque las cosas invisibles de Él son percibidas desde la
creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que fueron hechas—Su eterno
poder y Divinidad—de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19-20).
Solo Dios puede crear; los hombres solo
pueden observar, estudiar y utilizar lo que Dios ha creado. Mientras el espíritu
del hombre es invisible, su poder puede ser medido—¡en la concepción! En el
instante de la concepción, un milagro de Dios tiene lugar. En su libro Joven
de nuevo, John Thomas describe este evento “bio-eléctrico/espiritual”:
“El esperma humano hace el largo viaje en las
trompas de Falopio de la mujer para fertilizar el ovulo con poder generado por
la mitocondria. La base de la cola del esperma está pesadamente cargada con mitocondria.
Cuando el esperma fertiliza el huevo (ovulo), la descarga eléctrica de 480,000
voltios de electricidad vienen de ambos del esperma y del ovulo. Ambos son
cuerpos de ‘energía’—uno es INMENSO, el otro es minúsculo...
“La descarga eléctrica que genera el ovulo
es solo 0.19 voltios. La descarga del esperma es 25,263,157 veces más grande
que la del ovulo—¡una inmensa diferencia! Hay una diferencia masiva en tamaño físico
entre el esperma y el ovulo. El volumen del ovulo es de 1,760,0003
micrones; y el esperma 213 micrones. Cuando dividimos el tamaño del
ovulo por el tamaño del esperma, encontramos que el huevo es 83,809 veces ¡más
grande! Estas diferencias en tamaño físico y potencial eléctrico generan la
liberación de 480,000 voltios, llamado ¡relámpago bio-eléctrico!”
Thomas continua: “La ‘descarga’ eléctrica coagula
[y sella] la superficie externa del ovulo, previniendo la penetración de otro
esperma. Este inmenso evento eléctrico es el comienzo de una ¡nueva ‘vida’! La
muerte es un evento eléctrico similar—pero opuesto—donde energía ‘espiritual’ deja
el cuerpo y regresa a donde vino” (John Thomas, ¡Joven de nuevo! Cómo
reversar el proceso de vejez; Plexus Press, Mead, Wash. 2006; pp. 255-256,
252).
En el instante de la concepción, cuando esta
“descarga bio-eléctrica” tiene lugar, Dios da el espíritu del hombre—creando
así el comienzo de una nueva vida humana. Mientras esta descarga puede ser
detectada por instrumentos especializados, es invisible. Este es el espíritu
del hombre dado por Dios Mismo el cual es el “chispazo de vida”—el cual da
poder a los genes y cromosomas combinados del padre y de la madre para comenzar
a desarrollar una nueva vida humana. Aunque esta nueva vida es solo del tamaño
de un microscópico puntico de polvo, este es aún una vida humana única. Ya
contiene todo la información genética que necesitará; todo lo que se necesita
es el tiempo que toma para desarrollarse en el vientre, tener un
nacimiento y luego crecer a ser un adulto.
Así, tenemos prueba absoluta a partir de
la Palabra de Dios y de la ciencia moderna que la vida humana comienza en la concepción.
Por tanto, ¡el aborto es el asesinato de un ser humano!
Fechas para las Fiestas y Días Santos por
venir: Trompetas, Septiembre 14; Expiación, Septiembre
23; Fiesta de Tabernáculos, Septiembre 28-Octubre 4; Ultimo Gran Día,
Octubre 5
Ustedes estarán recibiendo los mensajes para
cada Día Santo, y para cada día de la Fiesta de Tabernáculos. Estos son todos mensajes
nuevos grabados por adelantado. Si aún no ha hecho reservaciones para la
Fiesta en alguno de nuestros lugares de Fiesta, puede obtener la información
necesaria en nuestro sitio web.
¡Que tengan una temporada de Fiestas
maravillosa!
Hermanos, nuevamente, gracias por
todas sus oraciones y su amor. Gracias por sus diezmos y ofrendas. Como saben,
cada centavo es usado para alimentar el rebaño de Dios y predicar el Evangelio
al mundo. Oramos por ustedes cada día que Dios el Padre y Jesucristo los bendiga
y estén con ustedes espiritualmente—para fortalecerlos, ayudarlos, sanarlos y animarlos.
Recuerde, ¡nos paramos en gracia, caminamos en fe, creemos en esperanza y
vivimos en amor!
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC