CAPITULO CINCO
(Tomado del libro “Señor,
¿Qué debería hacer?”)
Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
¿Cómo saber si usted está en la Verdad y en Dios?
¿Cuál es la señal de identificación y la prueba Bíblica de un verdadero
cristiano?
Encontramos la respuesta en las propias palabras de
Jesús en el Evangelio de Juan. Jesús declaró que Sus verdaderos discípulos son
aquellos que continúan en Sus enseñanzas. Hablándoles a los judíos en el
templo, Jesús hizo absolutamente claro que Sus seguidores deben permanecer
fieles a Sus enseñanzas. Él dijo, “Si continúan... [permanecer y vivir]…
en Mi Palabra, son verdaderamente Mis
discípulos. Y conocerán la verdad, y la
verdad los liberará.” (Juan 8:31-32).
Jesús le explicó a los judíos que conociendo la
Verdad y viviendo por ella los haría libres de la esclavitud de sus pecados.
Porque algunos no creyeron, Jesús dijo, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, todo el que
practica pecado es siervo del pecado.”
(versículo 34).
Cualquiera que sirve al pecado está en esclavitud
para pecar. ¿Quién y qué los tiene en esclavitud a sus pecados? Satanás y sus
mentiras los mantiene en esclavitud (versículos 43-45). El único escape de esa
esclavitud es a través de Jesucristo.
Si permanecemos y vivimos en la Verdad de
Jesucristo, seremos libres de la esclavitud a los caminos de Satanás y su
mundo. Seremos capaces de reconocer las mentiras de Satanás y rechazar sus
falsas doctrinas. Cuando tenemos este entendimiento espiritual, sabemos que
estamos permaneciendo en Jesucristo. El apóstol Juan escribió, “Sabemos que somos de
Dios, y que el mundo entero se
encuentra en poder del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha
dado un entendimiento, para que podamos conocerlo a El Quien es verdad;
y estamos en El Quien es verdad, y en su Hijo, Jesucristo.
El es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (I
Juan 5:19-20).
Juan hace absolutamente claro que aquellos que
verdaderamente conocen a Jesucristo estarán guardando Sus mandamientos y
caminando como Él camino. “Y por este estándar sabemos que Lo conocemos: si
guardamos Sus mandamientos. Aquel que dice, “Lo conozco,” y no guarda Sus mandamientos,
es un mentiroso, y la verdad no esta en él. De otro lado, si cualquiera esta guardando Su
Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado. Por
este medio sabemos que estamos en El. Cualquiera que reclame vivir en El esta obligándose a si
mismo también a caminar incluso como El mismo caminó.” (I Juan 2:3-6).
El apóstol Juan aquí está confirmando las propias
palabras de Jesús para los judíos en el templo. La señal inconfundible y
estándar que identifica a los verdaderos cristianos es guardar fielmente los
mandamientos y enseñanzas de Jesucristo. Cuando guardamos los mandamientos y
enseñanzas de Jesucristo, estamos mostrando que somos guiados por el Espíritu
Santo, y sabemos que estamos en Cristo Jesús y Él en nosotros. “Y aquel que guarde Sus
mandamientos esta viviendo en Él, y Él en él; y por esto sabemos que Él esta
viviendo en nosotros: por el Espíritu el cual El nos ha dado.” (I Juan 3:24).
Somos santificados a través de la Verdad perfecta
de la Palabra de Dios—No a través de
verdades a medias
Jesucristo le pidió a Dios el Padre santificar a
todo creyente a través de Su Verdad. El oró, “Santifícalos en Tú verdad; Tú Palabra es la verdad... Y por su amor Me santifico a Mí mismo, para que también puedan
ser santificados en Tú verdad.” (Juan 17:17, 19).
¡Estas palabras de Jesús son profundas! Recuerde,
Jesús también dijo que Él es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6). Ya
que Jesús es la Verdad, somos santificados en Él (I Corintios 1:2) y a través
Su nombre (I Corintios 6:11) por Dios el Padre (Judas 1).
Solo a través de Jesucristo podemos ser
santificados por la Verdad de Dios. Es a través de Jesús que recibimos el don
del Espíritu Santo, llamado “el Espíritu de la Verdad, el cual procede del Padre” (Juan 15:26). El
Espíritu Santo es el poder por cual Dios el Padre y Jesucristo son capaces de
enseñarnos “todas las cosas” a través de la Palabra de Verdad (Juan 14:26).
Somos sellados con el Espíritu Santo (II Corintios 1:22) y santificados a
través del poder del Espíritu Santo (Romanos 15:16).
¡Note! El Espíritu Santo de Dios es llamado “el Espíritu de
Verdad,” no “el Espíritu de verdades a medias.” No podemos ser
santificados al Dios de la Verdad absoluta, ni a Jesucristo, quien es la
Verdad, por falsas doctrinas y verdades a medias. Verdades a medias son
mentiras a medias. Verdades a medias y mentiras a medias no nos pueden
revelar la Verdad de la Palabra de Dios. ¡Si mezclamos mentiras con la Verdad
de Dios, no podemos ser santificados a Dios! Una mentira nunca puede
santificarlo a Dios el Padre, quien es la Verdad absoluta.
¡Los mentirosos no tendrán parte con Dios! Los
mentirosos están excluidos de la presencia de Dios. ¡Ellos serán
expulsados de Su venidero reino y destruidos! “Pero el cobarde, e
incrédulo, y abominable, y asesinos, y fornicarios, y hechiceros, e idólatras,
y todos LOS MENTIROSOS, tendrán su parte en el lago que quema con
fuego y azufre; el cual es la segunda muerte.” (Apocalipsis 21:8).
¡Dios destruirá a todos los falsos maestros de
mentiras! ¡Aquellos que enseñan mentiras son los siervos y seguidores de
Satanás el diablo, quién es el originador de las mentiras! Satanás el diablo es
aquel que inspira doctrinas que son una mezcla de verdades a medias y mentiras
a medias. Tales doctrinas engañosas han sido usadas por Satanás desde el
principio.
En los días de Jesús, los líderes religiosos del
Judaísmo tenían disponible la Verdad de la Palabra de Dios en las Escrituras.
De hecho, a los judíos les fue confiado el preservar las Escrituras del Antiguo
Testamento. Más importantemente, ellos tenían acceso directo a la Verdad de
Dios en la persona de Jesucristo. Él era la Palabra viva de Dios, su Salvador y
Redentor, viviendo en la carne entre ellos, pero ellos lo rechazaron (Juan
1:11).
¿Cuántas veces Jesús les dijo, “Nunca han leído
[en la Palabra de Dios]...?” o “Escrito está [en la Palabra de Dios]....” En vez de creer
la Palabra de Dios, la cual es la Verdad, prefirieron creer las mentiras de
Satanás el diablo. En vez de vivir por la Verdad de Dios, practicaron sus
tradiciones impías, las cuales retuvieron en mas alta estima que la Palabra de
Dios. Ellos escogieron mantener sus tradiciones y sus posiciones de poder en
vez de humillarse a si mismos y aceptar al Hijo de Dios. Rehusaron a
arrepentirse, aun cuando Jesús advirtió que estaban en realidad siguiendo a
Satanás el diablo. Jesús declaró enérgicamente, “Ustedes son de su padre el diablo, y la
lujuria de su padre desean practicar. El fue un asesino desde el
principio, y no se ha estado en la verdad porque no hay verdad en el. Cuando el
habla una mentira, esta hablando de si mismo; porque es un mentiroso, y el
padre de esto. Y porque Yo hablo la verdad, ustedes no Me creen.” (Juan 8:44-45).
¡Como estos líderes judíos de la antigüedad, la
mayoría de la gente en el mundo hoy está siguiendo mentiras en vez de la
verdad! ¡Piense acerca de esto! ¿No son los festivales religiosos del mundo—Navidad, Easter
[domingo de Pascua], Halloween—todos fundados en mentiras? ¡Sí, los son! Estos
engaños religiosos son algunos de los mitos y fábulas que Satanás ha usado para
engañar al mundo entero. Los verdaderos cristianos ni enseñan ni siguen tales
mitos. El apóstol Pedro escribió, “Porque no seguimos mitos inteligentemente inventados [fábulas], cuando les hicimos saber el poder y la venida de nuestro
Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de Su magnifica
gloria.” (II Pedro 1:16).
El mundo se adhiere a los mitos de sus festivales
mas que amar la realidad de la Palabra de Dios y Sus mandamientos. Este amor a
las mentiras es una razón para que la apostasía en el mundo está progresando
en tan alarmante rata. La gente ha sido preparada con anticipación para aceptar
y creer mentiras. Cuando la apostasía se acerca a su clímax y las más grandes
mentiras son enseñadas, las gentes de todas las naciones las aceptarán con
mentes abiertas. ¡Ese GRAN ENGAÑO ESTÁ JUSTO A LA VUELTA DE LA ESQUINA! El engaño
final será un gobierno mundial con una religión mundial—un gran sistema
gubernamental y religioso babilónico establecido en rebelión contra Dios. ¡Este
engaño a nivel mundial será la más grande apostasía por siempre perpetuada! El
gran final del engaño de Satanás será la “marca de la Bestia,” acompañado por una abierta alabanza y adoración a
Satanás como si fuera Dios. Todos aquellos que rechacen adorar a Satanás y la
Bestia serán sentenciados a muerte (Apocalipsis 13:7). El GRAN ENGAÑO de
Satanás será tan poderoso y tan impuesto que los ejércitos del mundo
literalmente lucharán contra Jesucristo cuando Él regrese (Apocalipsis
16:13-16, 19:11-19).
Mientras la “Gran Apostasía” está desarrollándose en el mundo, una apostasía
también está rápidamente echando raíz dentro de muchas de las iglesias de Dios.
Esto es visiblemente muy evidente en unas de las más grandes organizaciones
iglesia de Dios. ¡Las viejas doctrinas falsas de Satanás están siendo
introducidas y llamadas como “nuevo
entendimiento” en doctrina, aunque este “nuevo entendimiento” claramente
contradice las verdaderas enseñanzas de las Escrituras! Como resultado, ¡mas y mas hermanos que pertenecen a esta
organización de iglesia están confundidos! ¡Tomar ventaja de la confusión es
unas de las tácticas más viejas de Satanás! La confusión prepara el camino para
la apostasía, haciendo a los cristianos dudar de las verdaderas enseñanzas de
las Escrituras para que las mentiras y falsas doctrinas puedan reemplazar la
Verdad.
El bombardeo de cambios doctrinales ha causado tal
confusión de mentes adormecidas que muchos miembros de la iglesia han dejado de
retener la Verdad. Con tantas nuevas enseñanzas, ha llegado a ser demasiado
difícil y muy complicado “probar toda las cosas” como la Palabra de Dios ordena. Ellos simplemente aceptan lo que se
les dice que crean, razonando, “Después de todo, ¿no es esta organización de iglesia la única verdadera
Iglesia Dios en la tierra? Por consiguiente, debemos aceptar lo que se nos
enseña. Esto tiene que estar bien, porque Dios está guiando e inspirando a los
líderes de esta iglesia.”
Es difícil justificar el error y tener una doctrina
coherente. Por esto es que hay confusión. Mezclando mentiras con verdad produce
confusión. Esta condición espiritual existe en las iglesias cuando ministros y
miembros no están humildemente y fervorosamente orando y estudiando la Palabra
de Dios. En demasiados casos, aquellos que asisten a una iglesia no han estado
estudiando y orando en absoluto—quizás por unos buenos años. Se han engañado a sí
mismos creyendo que su presencia física en los servicios de adoración y su
lealtad a una organización corporativa de iglesia es todo lo que es necesario
para la salvación. Ahí es precisamente donde Satanás y sus falsos ministros
quieren que estén los hermanos. Cuando los miembros de una iglesia caen en esta
condición, Satanás tiene tierra fértil, en verdad, para hacer crecer las
semillas de su apostasía.
¡Cuando tales actitudes perezosas prevalecen, es
fácil traer falsas doctrinas! Los maestros sutiles de mentiras doctrinales
saben que no tendrán mucha resistencia. Por un adiestrado uso de argumentos
astutos durante un periodo de tiempo, la fe y creencia en la Verdad será
erosionado y cualquier resistencia será solo una suave protesta, en lugar de ser
una denuncia ardiente de sus mentiras diabólicas.
Tristemente, muchos ministros y hermanos están
temerosos de resistir las “nuevas” falsas enseñanzas. Ellos han sido convencidos por
sus confiables líderes que Dios les negará la salvación si rehúsan aceptar
estas nuevas doctrinas de la iglesia. Otros están tan espiritualmente
paralizados y debilitados que no pueden defender la Verdad. No tienen la
fortaleza espiritual para resistir la presión creciente de las falsas
doctrinas. Algunos pueden sentir que por continuar pasivamente asistiendo a los
servicios de la iglesia y esperando un tiempo, por así decirlo, el problema
eventualmente se irá—pero no será así. Todos aquellos que continúan pasivamente
coexistiendo con falsas doctrinas están comprometiendo su amor a Dios y su amor
a la Verdad.
Cada cristiano que es verdaderamente parte de la
Iglesia espiritual de Dios es ordenado por la Palabra de Dios a asegurarse que
él o ella está en la verdadera fe. “Examínense a si mismos para
ver si están en la fe; pruébense a si mismos. ¿No saben de si
mismos que Jesucristo esta en ustedes? De otra forma, están reprobados.” (II Corintios 13:5).
Los verdaderos Cristianos deben defender la verdad y el amor de Dios
Cuando estaba confrontado por fuerzas malignas,
David preguntó, “Si los fundamentos son
destruidos, ¿que puede hacer el justo?” (Salmo
11:3)
Esta es la pregunta que muchos cristianos están
preguntándose hoy. Es evidente que los fundamentos de la Verdad dentro de las
iglesias de Dios están siendo destruidos. ¿Qué deberían hacer los verdaderos
cristianos en estas circunstancias? ¿Cómo podemos combatir este asalto de
engaño y maldad? ¿Cómo podemos permanecer fieles a Dios el Padre y a
Jesucristo?
¡Debemos ponernos toda la armadura de Dios! “Por tanto… [Satanás y todos las huestes espirituales de maldad
en los lugares altos, versículos 11-12]…, tomen toda la armadura de Dios para que puedan ser
capaces de resistir en el día malo, y habiendo resuelto todas las
cosas, estar de pie [firmes]. ESTÉN POR TANTO,
teniendo sus lomos ceñidos con VERDAD, y vistiendo la coraza de JUSTICIA.” (Efesios 6:13-14).
¡Debemos defender la Verdad de Dios en el
fundamento de Jesucristo! ¡La Iglesia espiritual de Dios debe permanecer como
el pilar y fundamento de la Verdad de Dios en medio de una generación perversa
y maligna! El apóstol Pablo escribió a Timoteo, “Estas cosas te estoy escribiendo, esperando venir a ti
prontamente; pero si me demoro, tienes estas cosas por escrito, para que
puedas saber como uno esta obligado a conducirse a si mismo en la
casa de Dios, la cual es la iglesia del Dios vivo, EL PILAR Y
FUNDAMENTO DE LA VERDAD.” (I Timoteo
3:14-15).
El apóstol Juan nos muestra como combatir contra
todos los engañadores con la Verdad y el Amor de Dios. Toda su
segunda epístola es dedicada a contrastar la Verdad y el Amor de
Dios con los “muchos engañadores”
y sus falsas doctrinas. Aquí está la traducción del autor de la segunda
Epístola de Juan. Verdad y Amor han sido resaltadas en negrilla
para contrastar con los engañadores y anticristos:
1. El anciano a la señora escogida y a sus
hijos, quienes amo en verdad, y no yo solamente, sino también
todos aquellos que han conocido la verdad;
2. Por amor de la verdad que esta viviendo en nosotros,
y estará con nosotros para siempre;
3. Gracia, misericordia, y paz estará con nosotros de
Dios el Padre, y del Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, en verdad y
amor.
4. Me alegro sobremanera de que he encontrado entre
sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como
recibimos mandamiento del Padre.
5. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera
escribiendo un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el
principio, que nos amemos unos a otros.
6. Y este es el amor de Dios: que caminemos de
acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo escuchó
desde el principio, para que pudiera caminar en el.
7. Porque muchos engañadores han entrado en el mundo—aquellos
que no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne. Este es el
espíritu del engañador y el anticristo.
8. Cuídense a si mismos de no perder las cosas que hemos
logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa.
9. Cualquiera que transgrede y no continua en la doctrina
de Cristo no tiene a Dios. Pero aquel que continua en la doctrina de
Cristo tiene ambos el Padre y el Hijo.
10. Si cualquiera viene a ustedes y no trae esta doctrina,
no lo reciban en su casa, y no le digan, “¡Bienvenido!”
11. Porque cualquiera que le diga, “¡Bienvenido!” esta
participando de sus malas obras.
12. Tengo muchas cosas que escribir, pero no deseo transmitirles
estas cosas en papel y tinta; pero espero venir a ustedes y hablar cara a
cara para que nuestro gozo pueda ser completo.
13. Los hijos de su hermana escogida los saludan. Amen.
¡Las advertencias de Juan dejan claro que éstos
engañadores ya estaban operando dentro de las iglesias de Dios mientras él
todavía estaba vivo! Juan claramente prohíbe a los cristianos recibir cualquier
engañador, incluyendo aquellos que obran dentro de una iglesia de Dios. Si
recibimos a estos engañadores, somos participes con ellos en su engaño y
pecado. Como seguidores de Jesucristo, debemos aferrarnos a las doctrinas puras
de Verdad y Amor.
¡Si los hermanos fueron ordenados a no recibir
ningún engañador, mucho menos sus doctrinas! Considere esto: Juan no le dice a
los hermanos que perderán la salvación si rehúsan aceptar falsas doctrinas las
cuáles aquellos engañadores estaban enseñando. Al contrario, ¡la pérdida de
salvación seguramente sería el resultado final si los hermanos aceptaban estos
engaños y abandonaban las enseñanzas de Jesucristo!
Hoy, los engañadores están nuevamente levantándose
dentro de las iglesias de Dios y están promulgando sus falsas doctrinas
satánicas. Están blasfemando de la Verdad, justo como el apóstol Pedro
advirtió. “Pero
hubo también falsos profetas entre el pueblo, como en verdad habrán falsos
maestros ENTRE USTEDES… [desde adentro de sus congregaciones]…, que sigilosamente introducirán herejías…
[negación de la naturaleza humana de
Jesucristo, la doctrina de la Trinidad, la Cruz, la adoración de ídolos, que la
iglesia es el Reino de Dios, que uno ha nacido de nuevo ahora, Navidad y Easter
(domingo de Pascua)]… destructivas, negando personalmente al Señor que
los compró, y trayendo rápida destrucción sobre si mismos. Y mucha gente
seguirá sus caminos destructivos; y a causa de ellos, el camino de la
verdad será blasfemado. También, a través de insaciable codicia los
explotarán con mensajes tentadores…” (II Pedro
2:1-3).
¿Está usted aceptando y creyendo los argumentos
astutos y la fraseología convincente de estos falsos maestros persuasivos? ¡Si
se encuentra a si mismo dándose a la presión, debería mejor pedirle a Dios
fortaleza espiritual y valor para pararse por Jesucristo y la Verdad de Dios!
Fe y justicia a través del poder del Espíritu Santo
son dos defensas poderosas que Dios le dará para conquistar el engaño y las
falsas doctrinas y mantenerlo a si mismo en compañerismo con Jesucristo y Dios
el Padre.