CAPITULO DOCE
(Tomado del libro “¿Señor, qué debo hacer yo?”)
La Próxima Gran Apostasía
Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
El
Nuevo Testamento muestra claramente que los maestros falsos ya estaban
trabajando dentro de la iglesia, cuando los apóstoles originales aún
vivían. Tales ministros falsificadores estaban usando mal la Palabra de Dios,
dejando como resultado enseñanzas que sonaban bien, disfrazadas en
terminologías teológicas ingeniosas que al final de cuentas eran falsas.
Al final, intencionales o no intencionales, tales enseñanzas engañosas se
originaron de la oscuridad espiritual de Satanás el diablo.
El
engaño extendido se está llevando a cabo en la “religiosidad” moderna. Aquellos
que están en tal engaño, a sabiendas o sin saberlo, están saliendo de la fuente
original de la religión falsa—“Babilonia la Grande, la Madre de Rameras y de
las Abominaciones de la Tierra.” Mientras tales maestros falsos proclaman las
fábulas antiguas de Satanás como “iluminación,” —en ignorancia o por
determinación propia— están guiando a millones de feligreses a la obscuridad
espiritual.
Muchos
cristianos de los tiempos del Nuevo Testamento fracasaron en escuchar las
advertencias de Cristo y de Sus apóstoles, contra engañadores que traerían
doctrinas falsas. Después de la muerte de los apóstoles, la subversión de la
iglesia comenzó a acelerarse. En su libro “The Story of the Christian
Church,” Jesse Lyman Hurlbut escribió sobre los grandes y rápidos cambios
que ocurrieron en la iglesia en ese tiempo. “Nosotros llamamos ‘La Era de las
Sombras’ a la última generación del primer siglo, desde el 68 al 100 D.C.…
Durante cincuenta años de la vida de San Pablo, se cierne una cortina sobre la
iglesia, a través de la cual nos esforzamos a mirar en vano; y cuando
por fin se levanta alrededor del año 120 D.C. con los escritos de los primeros
padres de la iglesia, encontramos una iglesia muy diferente en muchos
aspectos, a los de aquella en los días de San Pedro y San Pablo” (p. 42).
Los
cambios a la iglesia apostólica fueron tan rápidos, tan completos, y tan
profundos, que la iglesia casi se volvió irreconocible. Iglesias enteras fueron
vencidas por la obscuridad espiritual de las doctrinas falsas. La abrumadora
mayoría de los cristianos fueron engañados para que aceptaran las “nuevas”
doctrinas; aquellos que se negaron fueron vistos como herejes. Los cristianos
que eran fieles al verdadero Evangelio de Jesucristo, fueron expulsados de
las iglesias locales (III Juan). Dejaron las “organizaciones de hombres”
para amar y servir a Dios en la verdad.
Sólo
la iglesia de Éfeso fue capaz de resistir las enseñanzas engañosas de los
falsos apóstoles. Jesús dijo acerca de ellos: “Conozco sus obras, y su trabajo,
y su resistencia, y que no pueden soportar a aquellos que son malos; y que
probaron a aquellos que se proclaman a si mismos ser
apóstoles, pero no lo son, y los encontraron mentirosos”
(Apocalipsis 2:2). Esta es una referencia directa a los supuestos “primeros
padres de la iglesia”—los fundadores de lo que sería el ¡Catolicismo Romano!
Igual
que los hermanos en Éfeso, nosotros debemos de poner a prueba las enseñanzas
de los ministros y pastores que dicen traernos la ¡doctrina de Dios! Si
nosotros fallamos en reconocer a los maestros falsos y sus enseñanzas, vamos a
sucumbir por su suave, pero malvada influencia, y a ser seducidos por la
fuerzas de la obscuridad espiritual. El apóstol Juan advirtió que no podemos
tener compañerismo con Dios, si estamos caminando en obscuridad espiritual. “Y este
es el mensaje que hemos oído de Él y estamos declarándoles; que Dios es luz, y
no hay en absoluto oscuridad en Él. Si proclamamos que tenemos compañerismo
con Él, pero estamos caminando en la oscuridad, estamos mintiéndonos a nosotros
mismos, y no estamos practicando la Verdad” (I Juan 1:5-6).
Sólo
podemos tener compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo, si caminamos en la
luz de la verdad. Aquellos que dicen conocer a Dios pero no practican la
verdad, sólo se están engañando a sí mismos.
Dios Permite el Engaño y la
Apostasía— ¡Incluso Dentro de la Iglesia!
Numerosos
pasajes del Nuevo Testamento, describen el engaño insidioso que llevó a la
iglesia primitiva a apostatarse de la verdad. La apostasía es el resultado
final de rechazar las enseñanzas verdaderas de Jesucristo, y abrazar las
doctrinas falsas de obscuridad espiritual. Esta condición espiritual
degenerada, se desarrolla cuando una iglesia se vuelve letárgica y
espiritualmente laxa—cuando sus pastores enseñan papilla, a arriesgar la verdad,
y a abrazar un “cristianismo sin costo.”
Los
cristianos que han perdido su amor por la verdad—y que fracasan en probar
“todas las cosas” a través de la Palabra de Dios—pueden ser engañados fácilmente
por doctrinas falsificadas. Sin darse cuenta, los feligreses intercambian su
amor por Dios y su fe en Su Palabra, por una fe falsa en hombres
corruptibles y sus organizaciones.
Tal
obediencia y lealtad fuera de lugar, en realidad son idolatría. El
subordinado homenaje exigido por ministros arrogantes en algunas iglesias
corporativas, ha remplazado el amor y adoración verdaderos hacia Dios. Tales
líderes exaltados se han colocado a sí mismos entre los hermanos y Dios.
Fiel a las escrituras, estos ministros falsos tienen una “apariencia
externa de piedad,” pero son culpables de “negar el poder de la
piedad verdadera.” Se nos exhorta a que “nos alejemos” de tales
líderes (II Timoteo 3:5).
En
su viaje de regreso a Jerusalén, el apóstol Pablo advirtió personalmente a los
ancianos de Éfeso, que entrarían engañadores a la iglesia después de su
partida. En una reunión especial con ellos en Mileto, Pablo también declaró que
incluso algunos de ellos, de los que habían sido ordenados como ministros
de Cristo, comenzarían a subvertir a los hermanos en la iglesia (Hechos
20:28-30). Después, cuando Pablo estuvo en prisión, escribió una carta para
advertir a toda la iglesia de Éfeso sobre hombres engañosos que tratarían de
guiarlos por mal camino. “No dejen que nadie los engañe con vanas palabras;
porque por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de
desobediencia. Por tanto, no sean coparticipes con ellos” (Efesios
5:6-7).
Pablo
muestra que estos hombres estaban trabajando dentro de la iglesia. Puede
que hayan sido de gran confianza para la congregación, pero Pablo era inspirado
por Dios para advertir a los hermanos de no ser partícipes en los errores
de éstos engañadores. Aquellos que no atendían al llamado de Pablo, eran
alejados de Dios hacia la obscuridad de la apostasía.
Igualmente,
el apóstol Pedro condenó a los maestros falsos que hacían sus obras malas a
hurtadillas dentro de la iglesia. Él advirtió, “Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo [en el Antiguo Testamento], como en verdad habrán
falsos maestros entre ustedes [dentro de sus congregaciones], que
sigilosamente introducirán herejías destructivas, negando personalmente al
Señor que los compró, y trayendo rápida destrucción sobre si mismos.
“Y
mucha gente seguirá sus caminos destructivos; y a causa de ellos,
el camino de la verdad será blasfemado. También, a través de insaciable codicia
los explotarán con mensajes tentadores para obtener ganancia [financiera
y personal]…” (II Pedro 2:1-3).
¿Por
qué fueron guiadas algunas de las iglesias primitivas del Nuevo Testamento
hacia la apostasía? ¿Por qué no intervino Dios para no permitir que los
maestros falsos subvirtieran a los hermanos? Pablo nos da la respuesta en su
primera epístola a los Corintios: “Porque es necesario que herejías estén entre
ustedes, para que aquellos que son aprobados puedan manifestarse entre
ustedes” (I Corintios 11:19).
Pablo
nos dice claramente que Dios permite que las enseñanzas falsas surjan
dentro de la iglesia, a fin de sacar a la luz a aquellos que le sirven
verdaderamente—y a aquellos que no lo hacen. Los cristianos que están bien
cimentados en la Palabra de Dios, serán capaces de discernir a los
maestros falsos y los rechazarán; ningún engañador será capaz de seducir a
creyentes que estudian las Escrituras honesta y diligentemente.
Pero aquellos que ponen la verdad en peligro caerán en la apostasía.
En
su carta a los Efesios, Pablo instó a los hermanos a crecer en el conocimiento
de Cristo y resistir las enseñanzas falsas. Nosotros no debemos ser como niños
inmaduros “sacudidos y llevados con todo viento de doctrina por las
artimañas de hombres en astucia… [Más bien, debemos estar] manteniendo la
verdad en amor, [para que] podamos crecer en todas las cosas en Quien es la
Cabeza [de la iglesia], Cristo” (Efesios 4:14-15).
La Apostasía ya Viene— ¿Será
Usted Engañado?
En su carta aleccionadora a la iglesia
en Tesalónica, el apóstol Pablo deja una advertencia poderosa de que las
tácticas engañadoras de Satanás continuarían a través de los siglos, y
llegarían a un clímax en la última generación poco antes del regreso de
Cristo. Él escribe “Ahora les suplicamos, hermanos, concerniente a la venida de
nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él, Que no sean prontamente
sacudidas sus mentes, ni estén angustiados—ni por espíritu, ni por palabra
[enseñanza falsa], ni por epístola [falsa], como si fuera nuestra, diciendo
que el día de Cristo esta presente.
“No
permitan que ninguno los engañe por ningún medio porque ese día no
vendrá a menos que la apostasía venga primero, y el hombre de pecado sea
revelado [el Anticristo] —el hijo de perdición, aquel que se opone y exalta a
sí mismo sobre todo lo que es llamado Dios, o que es objeto de adoración; que
entra al templo de Dios y se sienta como Dios, proclamando que él mismo es
Dios” (II Tesalonicenses 2:1-4).
Las
profecías del Nuevo Testamento nos muestran claramente que éste Anticristo
surgirá de un sistema político y religioso existente en el mundo, mencionado en
las Escrituras como “misterio de ilegalidad” (verso 7). Pablo muestra que los
esfuerzos de Satanás por engañar a la humanidad, culminarán en la obra engañosa
de la Bestia y el Falso Profeta de Apocalipsis 13 en el tiempo del fin,
conduciendo así a la gran apostasía o “alejamiento” de la verdad entre
los cristianos.
Confirmando
lo que dijo Pablo, Jesús le dio una visión sorprendente al apóstol Juan
(registrado en el libro de Apocalipsis) sobre el Nuevo Orden Mundial y el
Anarquista que va a salir de ese sistema. Juan describe este sistema político
como “bestia” con “siete cabezas y diez cuernos” (Apocalipsis 13:1-9). Una
segunda “bestia”—El sistema religioso mundial unificado de Satanás—es
descrita como si tuviera dos cuernos “como un cordero.” Sin embargo, habla
“como dragón” y realiza “grandes maravillas” (Versos 11-13).
Aquellos
que caigan presos de esta apostasía final, no serán engañados
repentinamente. Más bien, habrán exhibido una historia de haber puesto en
riesgo la verdad de Dios repetidamente a lo largo del tiempo. Así, el resultado
final del engaño (aunque su inicio sea aparentemente insignificante o
pequeño) es la apostasía total—el abandono de la fe propia (En el Griego
significa literalmente empujar a Dios a un lado. Apostasía es definido como
“abandonar lo que uno cree,” según el Webster´s New World Dictionary.)
Para poder abandonar la fe, uno tiene que haber sido
un creyente primero. Una persona no puede abandonar algo
que él o ella no tiene. Ser engañado es el primer paso hacia la
apostasía. La apostasía no es el principio de la maldad, es la culminación de
una oleada tras otra de engaño. Es por esto que Pablo advirtió enfáticamente, “No
permitan que ninguno los engañe por ningún medio.”
Las
palabras de Pablo son una advertencia oportuna para los verdaderos cristianos
en estos tiempos finales. El escenario se está preparando para la gran
apostasía profetizada—en los sistemas educativos del mundo, en sus gobiernos,
en las iglesias.
Muchos
en la era del Nuevo Testamento, fracasaron en prestar atención a las
advertencias de Pablo y de los otros apóstoles. Congregaciones enteras
sucumbieron poco a poco, a la “levadura” progresiva de las doctrinas falsas. La
apostasía cobró impulso después de la muerte de Pablo y de Pedro. Juan, el
último de los apóstoles originales, escribió sus tres epístolas contra maldades
y sutilezas de la apostasía en desarrollo, cuya punta de lanza fueron los
apóstoles y maestros falsos. Después de su muerte, las iglesias de Dios fueron
barridas hacia un mar de doctrinas falsas. ¡El resultado final fue el
surgimiento de la Iglesia Católica!
¿Podría Usted Caer en una
Religión Mundial?
En
la actualidad, el conocimiento de Dios está siendo dejado a un lado y
eliminado. Los valores morales básicos fundados en la Palabra de Dios, los que
el mundo había aceptado anteriormente, están siendo cancelados o anulados en
cada aspecto de la vida. En su lugar se encuentra la filosofía humana Satánica
de la “Nueva Era.”
Para
controlar esta apostasía en su totalidad, Satanás está dando lugar a la
amalgamación de las religiones del mundo, ¡para formar una iglesia global
unida! Ésta será la nueva religión mundial.
De
hecho, hay fuerzas que ya están conspirando para formar esta nueva religión
global. Según un reporte de World Net Daily News presentado por Jon Dougherty
en 1999, representativos de las creencias religiosas de 50 países han tenido
reuniones regulares desde 1995, con el propósito de promover una religión
global (Group Wants United Religion: Is Goal Mere Co-operation or Creation
of One Faith?: www.wnd.com/news/article.asp? ARTICLE_ID=15187; August 10,
1999).
Dougherty
escribe que un grupo conocido como la Iniciativa de Religiones Unidas (IRU), ha
patrocinado numerosos eventos globales, seis conferencias regionales, y tres
cumbres globales en San Francisco desde 1996 a1998—todas apuntaban a la
“cooperación y establecimiento de la paz entre las religiones y comunidades
espirituales.” Oficiales de la IRU suelen utilizar palabras de moda tales como
“cooperación” y “paz,” mientras niegan que la organización existe con el
propósito de conformar una religión mundial. Dougherty es escéptico, sin
embargo, noten que la IRU se refiere a “fuerzas en nuestro mundo actual que
están llamando y apoyando la creación de Religiones Unidas” –una
imitación de las Naciones Unidas. El grupo está actualmente explorando el
propósito, valores fundamentales, principios, acciones, y estructura
organizacional, tales como las que adoptaría eventualmente una “RU” (alguna
organización de Religiones Unidas).
Intentos
de unificación similares están siendo hechos por el llamado “Parlamento de las
Religiones del Mundo” (www.parliamentofreligions.com). El grupo fue creado
supuestamente para “cultivar armonía entre las religiones y comunidades
espirituales del mundo,” una vez más con un ojo puesto en “la paz mundial.”
Desde 1993, la organización ha convocado cada cinco años en una gran ciudad
internacional (Chicago 1993; Ciudad del Cabo 1999; Barcelona 2004; Melbourne
2009).
Mientras
el “Parlamento de las Religiones del Mundo” niega promover una religión
mundial, pregona con orgullo su “declaración hacia una ética global.”
Una “ética global” suena sospechosamente cerca a una fe global. Al igual
que la IRU, la terminología del grupo parece intencionalmente vaga.
La
Fundación Religiosa Internacional (FRI), está trabajando en conjunto con la
IRU, y con el “Parlamento de las Religiones de Mundo.” La Fundación Religiosa
Internacional está “dedicada a la paz mundial a través del diálogo y armonía,”
utilizando la misma retórica confusa similar que los dos grupos anteriores
(tomado de la World Scripture 1991 de la Fundación—A Comparative
Anthology of Sacred Texts, p. xiii). Como una recopilación de citas de los
textos religiosos del mundo, el libro pretende “honrar la riqueza y
universalidad de la verdad religiosa contenida en las escrituras más
importantes del mundo” (p. xiii). Leyendo entre líneas, está claro que la
Fundación Religiosa Internacional comparte el mismo objetivo final, una
religión global—ya que “todas las religiones están conectadas a la misma
Realidad Final [su designación políticamente correcta para con Dios]” (p.
33; énfasis agregado). De acuerdo con el editor del libro, Andrew Wilson, los
esfuerzos ecuménicos están en su punto más alto de todos los tiempos. “Ha
comenzado un movimiento para un ecumenismo más amplio, que reúne a los líderes
y académicos de todas la religiones del mundo para un diálogo” (p.1). Wilson
dice que “mientras nos dirigimos a una civilización mundial”—un gobierno
mundial—debe haber una “convergencia creciente, y complementaria entre las
creencias” (p. xi). Él dice que todas las religiones van a “heredar los
fundamentos espirituales de los demás y a prepararse para la cooperación mutua”
(p. xiv).
Vacilando
en usar la frase “una religión mundial,” Wilson habla de “el llamado [entre los
académicos] por una teología mundial” (p. 2). Él agrega que “es
inadecuado tratar a las religiones [existentes] como entidades discretas e
independientes. [Más bien] nosotros debemos buscar modelos holísticos
nuevos [una religión global] para describir la experiencia religiosa humana.”
Y “World Scripture puede [ser utilizada para] apoyar una teología
mundial [puede ser usada como “escritura” para una religión global] y
guiarnos hacia una unidad de los pueblos del mundo.” (p. 3).
Incluso
en la fecha reciente de noviembre del 2010, clérigos musulmanes poco
convencionales orquestaron un “Día Mundial de Dios” en el cual literalmente todas
las religiones iban a participar en un día de oración a “Dios” tal y
como se define por cada creencia particular. El evento apestaba a panteísmo
de la Nueva Era, mezclado con matices Islámicos dominantes (ver www.IslamicSolutions.com).
Críticos
occidentales de movimientos para una religión mundial, notaron que tales
esfuerzos tienden a homogenizar a todas las religiones en una amalgamación
sin sentido. En realidad, tal religiones de “crisol” al final niegan
la verdadera creación de Dios y de Jesucristo—prefiriendo en su lugar,
relacionarse con una “Realidad Final” ambigua.
En
un mundo que ha carecido de la verdad de Dios por mucho tiempo, esta nueva
fusión de religiones será recibida como un “adelanto espiritual” maravilloso.
En realidad, será un gran panteón de las religiones de Satanás y de sus dioses.
Esta “nueva” unión de todas la religiones será el profetizado “MISTERIO,
BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE TODAS LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA
TIERRA” (Apocalipsis 17:5). Así como Satanás está inspirando un movimiento
ecuménico entre las religiones del mundo, también está subvirtiendo a todas
las naciones y gobiernos para aceptar un gobierno mundial. Éste gobierno
mundial será el Sistema de la Bestia, el cual montará “Babilonia la Grande”—en
la persona del gran Falso Profeta—(Apocalipsis 13;17:1-6).
En
realidad, el último y más grande engaño de Satanás se está desarrollando
rápidamente. Una vez llegando a su cenit de poder satánico, barrerá a todos los
pueblos y naciones hacia una flagrante adoración a Satanás—repleta de señales
falsas, milagros, y prodigios mentirosos—todos diseñados para marcar el
comienzo del Anticristo. Facultado por Satanás mismo, el Falso Profeta llamará
a descender fuego del cielo, proclamando al Anticristo como el Salvador del
mundo. Con la excepción de los verdaderos cristianos que tienen el
Espíritu Santo de Dios, todo el mundo será engañado totalmente para que
crean que el Anticristo realmente es la manifestación de Dios en la carne—el
Mesías tan esperado.
La
gente ya estará preparada por anticipado para creer y aceptar tales mentiras.
Cuando la Gran Apostasía final se aproxime a su clímax y se enseñen las
mentiras más grandes, la gente de todas las naciones las aceptará con mentes
abiertas. ¡Ese gran engaño está a la vuelta de la esquina! El engaño
final será un gobierno mundial con una religión mundial—un gran sistema
Babilónico gubernamental y religioso, establecido en rebelión contra Dios.
¡Este engaño mundial será la apostasía más grande jamás perpetuada! El gran
final del engaño de Satanás será la “marca de la Bestia,” acompañada de la
adoración abierta a Satanás como Dios. Todos aquellos que se nieguen a adorar a
Satanás y a la Bestia serán sentenciados a morir (Apocalipsis 13). El gran
engaño de Satanás será tan poderoso y tan irresistible, que los ejércitos
del mundo literalmente pelearán contra Jesucristo cuando Él regrese (Apocalipsis
16:13-16; 19:11-19).
El Cristianismo Enfrentando la
Apostasía al Por Mayor
Mientras
la apostasía profetizada se está desenvolviendo alrededor del mundo, una
apostasía espiritual—que se ha estado formando durante mucho tiempo—se ha
arraigado en el cristianismo. El objetivo de Satanás es destruir la verdad de
Dios, y si fuera posible, ¡destruir la iglesia espiritual de Dios! Él
apunta a engañar y a destruir a todo hijo engendrado de Dios por cualquier
medio posible. Ya que no puede matar a todo cristiano verdadero físicamente, él
usa sus engaños seductores para subvertir y destruirlos espiritualmente. El
método más eficiente y menos detectable que Satanás usa para engañar a los
verdaderos creyentes, es la promulgación de doctrinas falsas desde sus
propias organizaciones religiosas.
Esta
desviación de la verdad de Dios se lleva a cabo gradual y sutilmente. Una por
una, las doctrinas falsas se introducen sigilosamente, y comienzan a remplazar
las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios. La apostasía dentro de la
“Religiosidad” se ha ido apoderando poco a poco, y la verdad y la fe están
siendo abandonadas. Así como “un poco de levadura leuda toda la masa,” también
la aceptación de doctrinas falsas actúa como levadura espiritual—leudando
congregaciones enteras.
Al
hornear, el proceso de fermentación comienza lenta e imperceptiblemente,
mientras una pequeña cantidad de levadura se abre camino a través de la bola de
masa. Pero una vez que la levadura ha permeado la masa entera, su efecto
penetrante es claramente visible, mientras leuda la masa completamente. La bola
de masa original está completamente transformada en una barra de pan.
La
levadura espiritual funciona de la misma manera. Cuando un poco de levadura de
doctrinas falsas entra a una iglesia, debe ser rechazada inmediatamente. Si se
le permite permanecer, solamente crecerá y llevará a la propagación del error.
Cada vez serán más las doctrinas falsas que serán introducidas lenta e
insidiosamente, hasta que estas enseñanzas engañosas hayan permeado toda la
iglesia. Tal levadura espiritual puede multiplicarse en gigantescos cambios
doctrinales, transformando una iglesia completamente, para que ya no pueda
parecerse a la iglesia genuina de Cristo.
Pablo
también advirtió a los Colosenses, exhortándolos a no permitir que ningún hombre
los engañara o corrompiera con doctrinas que sonaran inteligentes o
filosóficas. “Entonces esto digo para que nadie pueda engañarlos con palabras
persuasivas… Estén en guardia para que nadie los tome cautivos [como
cuando uno acecha a un animal para matar] a través de filosofía y vano
engaño, de acuerdo a las tradiciones de hombres, de acuerdo a los elementos
del mundo, y no de acuerdo a Cristo” (Colosenses 2:4, 8). Pedro amonestó,
“¡Sean sobrios! ¡Sean vigilantes! Porque su adversario el diablo está
merodeando como un león rugiente, buscando a cualquiera que pueda
devorar. A quien resisten, firmes en la fe, sabiendo que las
mismas aflicciones están siendo cumplidas entre sus hermanos que están
en el mundo” (I Pedro 5:8-9).
Aquellos
que desean seguir las enseñanzas verdaderas de Jesucristo deben estar en
guardia constantemente contra Satanás, y sus enseñanzas seductoras a través de
ministros falsos. Todo creyente debe prestar atención a las advertencias
urgentes registradas en el Nuevo Testamento. Estas palabras inspiradas fueron
escritas para todos los verdaderos cristianos, “sobre quienes los fines
de los siglos vienen” (I Corintios 10:11). Como cristianos verdaderos, cada uno
de nosotros tenemos una responsabilidad personal para con Dios— ¡NO DEBEMOS
PERMITIR QUE NADIE NOS ENGAÑE POR NINGUN MOTIVO!
Aquellos Que No Amen la Verdad
Serán Juzgados
Cuando
la gente no ama la verdad de Dios, Dios los entrega a la apostasía—a creer
mentiras. Las personas que recurren a mentiras creen en ellas con la misma
convicción e intensidad, con las cuales creyeron la verdad anteriormente.
Cuando eso sucede, ¡se han entregado a sí mismos al engaño de Satanás! ¡Ellos
son sus cautivos! Eso es exactamente lo que Satanás quiere—engañarlos para que
acepten doctrinas falsas, con el fin de atraparlos en su engaño final.
Aquellos
que se apartan de las enseñanzas verdaderas de la Palabra de Dios y siguen a
maestros falsos ciegamente, al final serán presa del engaño más magistral de
Satanás— ¡la Gran Apostasía del tiempo del fin, liderada por el
Anticristo, potenciada por Satanás con prodigios mentirosos! En ese tiempo,
muchos de los llamados “cristianos” que nunca han amado la verdad,
¡estarán tan engañados que se unirán a las masas engañadas del mundo en su
adoración a Satanás! Satanás, quien ha engañado a todo el mundo con sus
mentiras, será recibido con brazos abiertos y “adorado como Dios” en el engaño
final de la Gran Apostasía (Apocalipsis 13:4).
Sólo
podemos tener esperanza de escapar esta apostasía diabólica de rápido desarrollo,
amando la verdad y aferrándonos a las enseñanzas verdaderas de la
Palabra de Dios. Pablo declaró “Porque el misterio de ilegalidad [satánico]
esta ya trabajando.... Y entonces el ilegal [el Anticristo poseído por Satanás
mismo] será revelado (a quien el Señor consumirá con el aliento de Su boca, y
destruirá con el brillo de Su venida)
“Aquel
cuya venida esta de acuerdo al trabajo interno de Satanás, con todo poder y
señales y maravillas engañosas, Y con todo engaño de injusticia en
aquellos que están pereciendo porque no recibieron el amor de la verdad,
para que pudieran ser salvos.
“Y
por esta razón, Dios enviará sobre ellos un engaño poderoso que les hará creer la
mentira, Para que puedan ser juzgados todos los que no creyeron la
verdad, sino se complacieron en la injusticia” (II Tesalonicenses
2:7-12).
Pablo
establece claramente que aquellos que no aman la verdad serán juzgados
porque se deleitan en la injusticia. Ellos no se deleitan en guardar los
mandamientos de Dios, los cuales son justicia (Salmo 119:172). Es por eso que
recurren a doctrinas falsas. Ellos quieren “cosas suaves,” papilla, un
“cristianismo” carnal— ¡ser libres para vivir inmoralmente, aunque
ocultan su injusticia con apariencia piadosa al asistir a la iglesia
cada semana!
Pablo
previó un tiempo en que muchos en la iglesia resbalarían en la decadencia
moral. Ellos comenzarían a deleitarse en la injusticia y dejarían la verdad, rechazando
la doctrina sana. “Porque vendrá un tiempo cuando ellos no tolerarán la sana
doctrina; sino de acuerdo a sus propias lujurias acumularán para si mismos un
gran numero de maestros, teniendo picazón de oídos por oír lo que
satisfaga sus antojos; Y alejarán sus propios oídos de la verdad; y serán
desviados hacia mitos” (II Tim. 4:3-4).
¿Ha
tapado usted sus oídos para no oír la verdad? ¿Está usted rechazando la sana
doctrina? ¿Ha usted aceptado doctrinas falsas de mitos religiosos como la
verdad? ¿Qué hay de la doctrina de la Trinidad y la negación de la naturaleza
humana de Jesús? ¿Se da usted cuenta de que la enseñanza de la Trinidad intenta
cambiar la naturaleza misma de Dios, a fin de conformar ideas filosóficas
paganas? ¿Están los ministros y maestros en su iglesia, predicando éstas
doctrinas falsas? ¿Qué hay de las Pascuas, Navidad, y Halloween? ¿Qué hay de la
misma observancia del domingo—la cual es una falsificación pagana del sábado,
día séptimo bíblico? Muchos en la actualidad saben acerca del sábado
verdadero, pero se niegan a observar el día porque al hacerlo, entrarían en
conflicto con muchas actividades sociales—que normalmente se hacen en sábado.
¿Qué hay de usted?
Marque
bien esto—todos los que se apartan de la verdad y aceptan mitos y
festividades religiosas de origen pagano, terminarán en ceguera espiritual y al
final caerán en apostasía.
La
Biblia nos enseña que cuando los líderes de cualquier organización religiosa
rechazan la verdad, están juzgando la Palabra de Dios como indigna de su
aceptación y creencia. Al juzgar a Dios, han usurpado las prerrogativas de
Dios, tal y como lo hicieron Adán y Eva al tomar del árbol prohibido. Ellos se
han cortado a sí mismos de Dios, y se han convertido en líderes ciegos de los
ciegos. Si tales ministros y líderes continúan sin arrepentirse de sus errores,
¡el juicio de Dios ciertamente les seguirá! Después de un período de
advertencia, que Dios siempre permite, Él ejecutará Su juicio contra ellos y
sus organizaciones—tanto a ministros como a miembros. El Apóstol Pedro
escribió, “Porque el tiempo ha venido para comenzar el juicio con la
familia de Dios; y si primero comienza con nosotros, ¿cual será el fin de
aquellos que no obedecen el evangelio de Dios? (I Pedro 4:17).
El
juicio seguramente vendrá sobre todo feligrés y sobre todo ministro que se
aparta de la verdad, y que se va tras mitos religiosos. Pero Dios nos dice en
Su Palabra que ¡Él desea misericordia y no juicio! Cualquiera que se arrepiente
verdaderamente ante Dios, tendrá sus pecados bajo la sangre de Jesucristo y
encontrará misericordia. Pero si no hay arrepentimiento después de repetidas
advertencias, entonces seguirá el juicio—porque ¡Dios no será burlado!
¡Aquellos que abandonen la justicia y sigan la injusticia, cosecharán la
recompensa de injusticia! “No se engañe. Dios no es burlado; porque cualquier
cosa que un hombre siembre eso también cosechará. Porque aquel que siembra para
su propia carne cosechará corrupción de la carne; pero aquel que siembra para
el Espíritu cosechará vida eterna del Espíritu” (Gálatas 6:7-8).
El
deseo de Dios es que todos los cristianos siembren del Espíritu para vida
eterna. Debemos de crecer en el carácter piadoso, y ejemplificar el amor de
Dios en nuestras vidas para que podamos dar frutos del Espíritu, los cuales
son “amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre, autocontrol”
(Gálatas 5:22-23). Sólo entonces podremos cosechar la recompensa de la vida
eterna.